¿Cómo llegó Iñaki Vladimir a mi casi perfecta vida? Es largo de explicar Tanto... ¡que he tenido que escribir un libro para poder aclarar un poco las cosas! La verdad es que nadie esperaba a Iñakitín. La sorpresa de todos fue mayúscula cuando se percataron de que K. no había tenido, en absoluto, un bebé digamos que “normal” sino... ¡un vampirín! A partir de entonces, todos los implicados, C., K., yo misma... fuimos conociendo el particular universo del nuevo componente de la familia: sus amigos, sus amigas (sobre todo), su colegio (tan especial, tan gotiquito...), su peculiar forma de vestir al estilo del siglo XIX. A partir de ahí, la verdad, ya nada me extrañó. Ni siquiera aquel verano siguiente a su nacimiento en el que Iñaki Vladimir vivió fabulosas aventuras en compañía de sus mejores amigas (la inefable Ludmila von Vampüren y la más discreta Devorgila de la Sang) y de una peculiar vampiresa, la tita Carmila, que les llevará a todos en un viaje por media Europa difícil de olvidar...
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