La historia de los hermanos Adolfo y Emilio Adolfo RIVERO CARO es una de las historias individuales de la revolución cubana.
Los dos hermanos fueron enemigos políticos intransigentes. Emilio Adolfo, el hermano mayor y anticomunista, había luchado primero contra la dictadura de Batista y luego contra Fidel Castro cuando la revolución devino en gobierno totalitario. Adolfo, el hermano menor, había sido comunista militante y también luchador contra Batista, además de enemigo mortal de las creencias políticas de su hermano. Eventualmente se convirtió en disidente del gobierno de Castro, y al igual que Emilio Adolfo, en prisionero y exiliado.
Al encontrarse con su hermano después de muchos años en el aeropuerto de Orly, París, Emilio Adolfo honraba una promesa hecha años antes: esperarlo en cualquier aeropuerto del mundo libre donde desembarcara.
Durante diecinueve años los dos hermanos apenas se habían visto sino en breves visitas cuando Emilio Adolfo estaba en prisión y cuando después de ser indultado se disponía a salir de Cuba.
El relato de la odisea contada por Emilio Adolfo en este libro cuenta con el valor y la sinceridad de su hermano cuando en la “Introducción” expone lo que dijo a los agentes de la seguridad del Estado sobre su hermano preso: “Creo que tienen que ejecutarlo ante el pelotón de fusilamiento. Con mi hermano no hay arreglo. Nunca lo habrá”.
Los dos hermanos fueron enemigos políticos intransigentes. Emilio Adolfo, el hermano mayor y anticomunista, había luchado primero contra la dictadura de Batista y luego contra Fidel Castro cuando la revolución devino en gobierno totalitario. Adolfo, el hermano menor, había sido comunista militante y también luchador contra Batista, además de enemigo mortal de las creencias políticas de su hermano. Eventualmente se convirtió en disidente del gobierno de Castro, y al igual que Emilio Adolfo, en prisionero y exiliado.
Al encontrarse con su hermano después de muchos años en el aeropuerto de Orly, París, Emilio Adolfo honraba una promesa hecha años antes: esperarlo en cualquier aeropuerto del mundo libre donde desembarcara.
Durante diecinueve años los dos hermanos apenas se habían visto sino en breves visitas cuando Emilio Adolfo estaba en prisión y cuando después de ser indultado se disponía a salir de Cuba.
El relato de la odisea contada por Emilio Adolfo en este libro cuenta con el valor y la sinceridad de su hermano cuando en la “Introducción” expone lo que dijo a los agentes de la seguridad del Estado sobre su hermano preso: “Creo que tienen que ejecutarlo ante el pelotón de fusilamiento. Con mi hermano no hay arreglo. Nunca lo habrá”.