El pensamiento de Aquino partía de la superioridad de las verdades de la fe, sin embargo, ello no le impidió presentar a la filosofía como un modo de conocimiento racional plenamente autónomo capaz de, por un lado, concordar armónicamente con la teología, y por el otro, de tratar de forma independiente los más diversos aspectos de la realidad.
En su obra Suma Teológica, producto que nos muestra de la madurez intelectual alcanzada, encontramos un fragmento llamado De legibus en que plantea una de sus ideas más representativas, en la que considera el “fin” como aquello que determina la acción de los hombres. Para Tomás de Aquino no existe acto humano donde la voluntad y la razón, como facultad del libre albedrio, no tenga en sí mismo un punto al cual dirigirse, esto quiere decir, un fin, donde es la razón exactamente quien determinara el medio por el cual alcanzarlo.
En su obra Suma Teológica, producto que nos muestra de la madurez intelectual alcanzada, encontramos un fragmento llamado De legibus en que plantea una de sus ideas más representativas, en la que considera el “fin” como aquello que determina la acción de los hombres. Para Tomás de Aquino no existe acto humano donde la voluntad y la razón, como facultad del libre albedrio, no tenga en sí mismo un punto al cual dirigirse, esto quiere decir, un fin, donde es la razón exactamente quien determinara el medio por el cual alcanzarlo.