El día más feliz de mi vida…
Mi esposa, radiante de alegría y con la ilusión brillando en sus ojos, me asegura que está embarazada al fin. Una sonrisa estúpida y sorprendida me baila en el rostro petrificado de espanto, mientras mi mente se convierte en un torbellino de ilusión, miedo al cambio, y esperanza… de que solo se trate de un tonto error...
Pero, al fin y al cabo, el acontecimiento ha sido buscado por ambos… ¿Por qué entonces tengo la inquietante sensación de que mi vida se precipita hacia un caos sin remedio? ¿Por qué no siento lo mismo que mi feliz pareja?... Pues porque estoy convencido de que nada volverá a ser lo mismo a partir de este momento y en el fondo estoy aterrorizado…
...
Y así fue. Nada volvió a ser lo mismo. Mi vida, mi mundo, dio un giro de 180 grados volviendo del revés todos mis valores y prioridades. Las cosas que eran importantes para mí, dejaron de serlo de la noche a la mañana, al tiempo que comenzaba a sentir fascinación por pequeños detalles cotidianos, desapercibidos hasta entonces.
Y sin embargo, ahora, tres años después, no cambiaría nada; absolutamente nada.
Lo que sigue es un relato, narrado en clave de humor (y con cierta dosis de cinismo, lo confieso), de todo lo que he aprendido de mi hija Lucía y de mí mismo, a lo largo de este viaje. Y es que, aunque existe el convencimiento general de que los hijos vienen al mundo para ser educados y moldeados por sus amantes padres, al final uno descubre sorprendido que en realidad, quien realmente ha sido transformado en otra versión (mejor) de persona, es él mismo.
Este es un libro para pasar un rato divertido, pero también para descubrir que todos (incluso yo), podemos llegar a ser padres modelo... Y que la paternidad es, con toda seguridad, la aventura más emocionante y enriquecedora que un hombre puede experimentar a lo largo de su vida.
Mi esposa, radiante de alegría y con la ilusión brillando en sus ojos, me asegura que está embarazada al fin. Una sonrisa estúpida y sorprendida me baila en el rostro petrificado de espanto, mientras mi mente se convierte en un torbellino de ilusión, miedo al cambio, y esperanza… de que solo se trate de un tonto error...
Pero, al fin y al cabo, el acontecimiento ha sido buscado por ambos… ¿Por qué entonces tengo la inquietante sensación de que mi vida se precipita hacia un caos sin remedio? ¿Por qué no siento lo mismo que mi feliz pareja?... Pues porque estoy convencido de que nada volverá a ser lo mismo a partir de este momento y en el fondo estoy aterrorizado…
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Y así fue. Nada volvió a ser lo mismo. Mi vida, mi mundo, dio un giro de 180 grados volviendo del revés todos mis valores y prioridades. Las cosas que eran importantes para mí, dejaron de serlo de la noche a la mañana, al tiempo que comenzaba a sentir fascinación por pequeños detalles cotidianos, desapercibidos hasta entonces.
Y sin embargo, ahora, tres años después, no cambiaría nada; absolutamente nada.
Lo que sigue es un relato, narrado en clave de humor (y con cierta dosis de cinismo, lo confieso), de todo lo que he aprendido de mi hija Lucía y de mí mismo, a lo largo de este viaje. Y es que, aunque existe el convencimiento general de que los hijos vienen al mundo para ser educados y moldeados por sus amantes padres, al final uno descubre sorprendido que en realidad, quien realmente ha sido transformado en otra versión (mejor) de persona, es él mismo.
Este es un libro para pasar un rato divertido, pero también para descubrir que todos (incluso yo), podemos llegar a ser padres modelo... Y que la paternidad es, con toda seguridad, la aventura más emocionante y enriquecedora que un hombre puede experimentar a lo largo de su vida.
