Lorenzo es un hombre desequilibrado que de animal se convierte en el codiciado Hombre de Bronce a través de un recorrido por varias ciudades de España. En este viaje de tres semanas el arrogante Lorenzo se adapta al cambio deshaciéndose del apego emocional por las mujeres y alcanza su independencia individual como hombre equilibrado.
Mediante la contemplación de su propio yo interno, la lucha con sus bestias (egos) y sus extravagantes vivencias, Lorenzo da con las respuestas de sus vacíos y empieza a forjar seriamente su destino apoyándose en su fuerza de carácter, la voluntad y sus ansias por llevar una vida brillante alejada de sus propios demonios.
Su conciencia y deseo de convertirse en un individuo mejor lo llevan a comprometerse con las personas, en especial con los hombres, ayudándoles a ser más auténticos para que se adapten mejor a los bruscos cambios de las etapas y ciclos de la vida.
En otras palabras, Lorenzo es un personaje arrogante que mediante la adaptación al cambio se vuelve un tipo sencillo. De ahí su evolución de animal al codiciado Hombre de Bronce, un hombre flexible y fácilmente adaptable.
Mediante la contemplación de su propio yo interno, la lucha con sus bestias (egos) y sus extravagantes vivencias, Lorenzo da con las respuestas de sus vacíos y empieza a forjar seriamente su destino apoyándose en su fuerza de carácter, la voluntad y sus ansias por llevar una vida brillante alejada de sus propios demonios.
Su conciencia y deseo de convertirse en un individuo mejor lo llevan a comprometerse con las personas, en especial con los hombres, ayudándoles a ser más auténticos para que se adapten mejor a los bruscos cambios de las etapas y ciclos de la vida.
En otras palabras, Lorenzo es un personaje arrogante que mediante la adaptación al cambio se vuelve un tipo sencillo. De ahí su evolución de animal al codiciado Hombre de Bronce, un hombre flexible y fácilmente adaptable.