El poder ejerce una fascinación que atraviesa los siglos. De la mano de Montaigne, Nietzsche, Orwell y Foucault, entre otros, Carles Casajuana, que como diplomático ha sido testigo privilegiado del acontecer político en los escenarios más dispares, reflexiona en este libro sobre todo lo que ocurre intramuros de los grandes centros de poder: la vanidad y el mal de altura, el azar y el carisma, el don de la palabra y el sentido del espectáculo, la abnegación y la impostura, el humor y la adulación, la burocracia y el protocolo, las complicidades y los codazos, la verdad y la mentira.
Sin ambiciones teóricas ni afán autobiográfico, Las leyes del castillo acaba erigiéndose en un retrato irónico pero también comprensivo de las situaciones —en ocasiones angustiosas, en ocasiones cómicas— que comporta la conquista y el mantenimiento del poder, y en un análisis lúcido, de lectura amenísima, sobre la acción política y el misterio de su ejercicio.
Sin ambiciones teóricas ni afán autobiográfico, Las leyes del castillo acaba erigiéndose en un retrato irónico pero también comprensivo de las situaciones —en ocasiones angustiosas, en ocasiones cómicas— que comporta la conquista y el mantenimiento del poder, y en un análisis lúcido, de lectura amenísima, sobre la acción política y el misterio de su ejercicio.