El siglo XXI viene con muchas soluciones y una enorme cantidad de retos; se encuentran y se encontrarán soluciones a problemas muy antiguos; las matemáticas ayudarán a otras ciencias a abrirse paso a través de enmarañados problemas.
Hay una fascinación por la resolución de problemas matemáticos antiguos, que viene acompañada por un desafío, que muchos aceptan, y que contribuye a que ciertos misterios dejen de serlo. Aquí les presentamos una breve reseña sobre lo que este libro contiene.
Tenemos en esta línea, el caso de un matemático peruano quien resolvió un problema de 271 años de antigüedad. Al otro lado del planeta, un profesor de matemáticas en Nigeria resolvió la hipótesis de Riemann, un problema de matemática tan importante que figura en una lista de siete problemas por cuya solución el Instituto Clay de Matemáticas ofrece un millón de dólares.
En esta época, en cualquier libro de matemáticas que se respete, tiene que haber un espacio reservado para los números primos. Yendo en esta dirección tenemos un ordenador de la Universidad del Centro de Misuri, en EE.UU., el cual descubrió el número primo más largo descubierto hasta el 2016, éste tiene más de 22 millones de dígitos y es cinco millones de veces más extenso que el hallado anteriormente.
En los últimos 20 años, el proyecto Gimps ha calculado los 15 números primos más largos que se conocen. Y las posibilidades de seguir hallando más parecen ilimitadas. En el 2016, se identificó un patrón en la aparición de estos números. Hasta el momento, consideraban que no había forma de predecirlos.
Se ha hallado un número primo, que contiene 9.383.761 dígitos. Se trata de uno de los 10 números primos más grandes conocidos. Con este hallazgo se ha descifrado uno de los seis posibles números del famoso problema de Sierpiński. Este problema fue presentado en 1960 por el matemático polaco Wacław Franciszek Sierpiński, a quien se le ocurrió preguntar cuál era el menor número natural posible, que fuera impar y que, al ser multiplicado por 2 elevado a la n + 1, su resultado no fuera un número primo.
Y siguiendo en la ruta de lo insólito y haciéndole la competencia a los números primos tenemos al número π (pi), esa infinita constante matemática que empieza por 3’14, está relacionada simplemente con arcos y círculos, sin embargo, los matemáticos están acostumbrados a ver esta constante en multitud de campos, como en el cálculo de la longitud de un río. Unos expertos de la Universidad de Rochester (EE. UU.) han abierto una veta más en las relaciones que este sorprendente número tiene en la naturaleza. Se ha revelado que esta constante aparece en las fórmulas asociadas a la mecánica cuántica para el cálculo del estado energético de los átomos de hidrógeno.
Se ha descubierto sobre las matemáticas que a una mayor sensibilidad con la música, mayor rendimiento en matemática. Adicionalmente, un nuevo método de visualización musical permite que el músico vea toda la partitura de una sola ojeada. Lo que facilita su análisis musical.
El siglo XXI se presenta además con el descubrimiento de nuevas figuras geométricas, por ejemplo, se ha descubierto un nuevo pentágono irregular capaz de recubrir la superficie plana. El hallazgo decisivo, el número 15 de ese tipo, fue hecho por un grupo de matemáticos de la Universidad de Washington Bothell.
Hay muchas sorpresas para el futuro con respecto a las matemáticas, una de ellas es en lo que respecta a los animales, y sus capacidades, que recién empiezan a ser reconocidas y que prometen sorprendernos; las matemáticas crecerán en paralelo con muchas otras ciencias, posibilitando que estas evolucionen y demostrando que muchas nuevas teorías son viables.
En estos momentos ya se están estudiando las bases neurales del pensamiento matemático avanzado, vamos rumbo a entender cómo es que empezamos a percibir las matemáticas, como nació esta ciencia y cómo empezamos a percibir y entender el universo.
Hay una fascinación por la resolución de problemas matemáticos antiguos, que viene acompañada por un desafío, que muchos aceptan, y que contribuye a que ciertos misterios dejen de serlo. Aquí les presentamos una breve reseña sobre lo que este libro contiene.
Tenemos en esta línea, el caso de un matemático peruano quien resolvió un problema de 271 años de antigüedad. Al otro lado del planeta, un profesor de matemáticas en Nigeria resolvió la hipótesis de Riemann, un problema de matemática tan importante que figura en una lista de siete problemas por cuya solución el Instituto Clay de Matemáticas ofrece un millón de dólares.
En esta época, en cualquier libro de matemáticas que se respete, tiene que haber un espacio reservado para los números primos. Yendo en esta dirección tenemos un ordenador de la Universidad del Centro de Misuri, en EE.UU., el cual descubrió el número primo más largo descubierto hasta el 2016, éste tiene más de 22 millones de dígitos y es cinco millones de veces más extenso que el hallado anteriormente.
En los últimos 20 años, el proyecto Gimps ha calculado los 15 números primos más largos que se conocen. Y las posibilidades de seguir hallando más parecen ilimitadas. En el 2016, se identificó un patrón en la aparición de estos números. Hasta el momento, consideraban que no había forma de predecirlos.
Se ha hallado un número primo, que contiene 9.383.761 dígitos. Se trata de uno de los 10 números primos más grandes conocidos. Con este hallazgo se ha descifrado uno de los seis posibles números del famoso problema de Sierpiński. Este problema fue presentado en 1960 por el matemático polaco Wacław Franciszek Sierpiński, a quien se le ocurrió preguntar cuál era el menor número natural posible, que fuera impar y que, al ser multiplicado por 2 elevado a la n + 1, su resultado no fuera un número primo.
Y siguiendo en la ruta de lo insólito y haciéndole la competencia a los números primos tenemos al número π (pi), esa infinita constante matemática que empieza por 3’14, está relacionada simplemente con arcos y círculos, sin embargo, los matemáticos están acostumbrados a ver esta constante en multitud de campos, como en el cálculo de la longitud de un río. Unos expertos de la Universidad de Rochester (EE. UU.) han abierto una veta más en las relaciones que este sorprendente número tiene en la naturaleza. Se ha revelado que esta constante aparece en las fórmulas asociadas a la mecánica cuántica para el cálculo del estado energético de los átomos de hidrógeno.
Se ha descubierto sobre las matemáticas que a una mayor sensibilidad con la música, mayor rendimiento en matemática. Adicionalmente, un nuevo método de visualización musical permite que el músico vea toda la partitura de una sola ojeada. Lo que facilita su análisis musical.
El siglo XXI se presenta además con el descubrimiento de nuevas figuras geométricas, por ejemplo, se ha descubierto un nuevo pentágono irregular capaz de recubrir la superficie plana. El hallazgo decisivo, el número 15 de ese tipo, fue hecho por un grupo de matemáticos de la Universidad de Washington Bothell.
Hay muchas sorpresas para el futuro con respecto a las matemáticas, una de ellas es en lo que respecta a los animales, y sus capacidades, que recién empiezan a ser reconocidas y que prometen sorprendernos; las matemáticas crecerán en paralelo con muchas otras ciencias, posibilitando que estas evolucionen y demostrando que muchas nuevas teorías son viables.
En estos momentos ya se están estudiando las bases neurales del pensamiento matemático avanzado, vamos rumbo a entender cómo es que empezamos a percibir las matemáticas, como nació esta ciencia y cómo empezamos a percibir y entender el universo.