Seas ministro, presidente de una compañía, líder de una organización religiosa, director de un equipo, técnico de un proyecto o administrativo, el libro te habla de las mentiras que asumes como verdades.
“Las mentiras de la organización” representa una auténtica revelación para quienes dirigen personas y para quienes trabajan en empresas o instituciones, proponiendo romper definitivamente con un sistema de hábitos enraizado y automático.
Esta obra aborda de manera práctica y basado en casos reales la diferencia entre empresas dependientes y empresas conscientes, haciendo hincapié en cómo hemos asumido un sistema de trabajo basado en la rutina, la presión y la falta de corazón.
Los cursos, el desarrollo de directores, la consultoría… no abordan las situaciones profesionales desde el gran angular de la conciencia sino que plantean estrategias paliativas, embellecimiento externo de una situación que mantiene latentes las verdaderas motivaciones de las personas.
¿Has pensado alguna vez que, tras la excelente gestión de un recién llegado director comercial a una empresa de alimentación, lo que subyace es una enorme necesidad de demostrar que vale?
Tras la eficacia de un presidente se esconde el megalómano deseo de control pues en su vida privada rezuma el aburrimiento.
El colega que no te dice cómo hacer algo se lo guarda para promocionarse él porque teme que le hagas sombra.
La secretaria del director no ejerce su puesto por talento sino porque es su amiga personal. Y aquel, sumiso al consejo de administración, deja de exponer con claridad sus ideas por miedo al despido.
Veremos que las personas no trabajan porque quieren trabajar sino porque evitan una situación anterior que es peor: el despido, el paro, el desempleo, Éste se ha convertido -antinaturalmente- en el mayor estigma de nuestra cultura. El desempleado se convierte en pordiosero, se expande como un virus y ya forma parte del sistema.
La tesis principal es que el malestar profesional, las crisis, las rivalidades, los problemas con colegas, los conflictos, las faltas de comunicación o de falta de motivación son las consecuencias de un desajuste entre lo que hacemos afuera (decisiones que tomamos, cosas que hacemos…) y nuestro adentro.
La esencia es que no trabajamos para otros (aunque lo hagamos para una empresa) sino para nosotros. Pero creemos lo contrario: al decir trabajo entendemos que dependemos de otro –una empresa- para tenerlo.
Se describen 8 mentiras básicas: el talento perdido, la desmotivación, la negación emocional, la incomunicación, el paternalismo, la evitación de los conflictos ,el individualismo y la copia entre empresas.
De estas 8 mentiras se deducen sus correspondientes principios conscientes: la descentralización moral, el propósito de vida, el ser uno mismo, la comunicAcción consciente, la autonomía profesional, la trasformación de las situaciones de conflicto, la visión común que parte de la individualidad y el valor diferencial que procede de la riqueza interior.
Finalmente se dan las claves para que, tanto en privado como en un equipo de trabajo o en toda una organización, las personas trabajen desde ellos mismos y así, conseguir objetivos corporativos.
“Las mentiras de la organización” representa una auténtica revelación para quienes dirigen personas y para quienes trabajan en empresas o instituciones, proponiendo romper definitivamente con un sistema de hábitos enraizado y automático.
Esta obra aborda de manera práctica y basado en casos reales la diferencia entre empresas dependientes y empresas conscientes, haciendo hincapié en cómo hemos asumido un sistema de trabajo basado en la rutina, la presión y la falta de corazón.
Los cursos, el desarrollo de directores, la consultoría… no abordan las situaciones profesionales desde el gran angular de la conciencia sino que plantean estrategias paliativas, embellecimiento externo de una situación que mantiene latentes las verdaderas motivaciones de las personas.
¿Has pensado alguna vez que, tras la excelente gestión de un recién llegado director comercial a una empresa de alimentación, lo que subyace es una enorme necesidad de demostrar que vale?
Tras la eficacia de un presidente se esconde el megalómano deseo de control pues en su vida privada rezuma el aburrimiento.
El colega que no te dice cómo hacer algo se lo guarda para promocionarse él porque teme que le hagas sombra.
La secretaria del director no ejerce su puesto por talento sino porque es su amiga personal. Y aquel, sumiso al consejo de administración, deja de exponer con claridad sus ideas por miedo al despido.
Veremos que las personas no trabajan porque quieren trabajar sino porque evitan una situación anterior que es peor: el despido, el paro, el desempleo, Éste se ha convertido -antinaturalmente- en el mayor estigma de nuestra cultura. El desempleado se convierte en pordiosero, se expande como un virus y ya forma parte del sistema.
La tesis principal es que el malestar profesional, las crisis, las rivalidades, los problemas con colegas, los conflictos, las faltas de comunicación o de falta de motivación son las consecuencias de un desajuste entre lo que hacemos afuera (decisiones que tomamos, cosas que hacemos…) y nuestro adentro.
La esencia es que no trabajamos para otros (aunque lo hagamos para una empresa) sino para nosotros. Pero creemos lo contrario: al decir trabajo entendemos que dependemos de otro –una empresa- para tenerlo.
Se describen 8 mentiras básicas: el talento perdido, la desmotivación, la negación emocional, la incomunicación, el paternalismo, la evitación de los conflictos ,el individualismo y la copia entre empresas.
De estas 8 mentiras se deducen sus correspondientes principios conscientes: la descentralización moral, el propósito de vida, el ser uno mismo, la comunicAcción consciente, la autonomía profesional, la trasformación de las situaciones de conflicto, la visión común que parte de la individualidad y el valor diferencial que procede de la riqueza interior.
Finalmente se dan las claves para que, tanto en privado como en un equipo de trabajo o en toda una organización, las personas trabajen desde ellos mismos y así, conseguir objetivos corporativos.
