El Papa Francisco acaba de publicar la primera encíclica sobre ecología, seis meses antes de que se produzca la Cumbre de la ONU en París sobre el Cambio Climático. En la encíclica, que lleva como título la expresión italiana «Laudato si’» —en castellano, «Alabado seas»—, el Papa muestra su preocupación por aquellas cuestiones que tienen que ver con el cuidado de nuestro planeta: el cambio climático y el calentamiento global; la contaminación producida por los residuos no biodegradables, tóxicos y radioactivos; las energías renovables; la corrupción en el mercado internacional del petróleo o el consumo personal de las energías, entre otras.
También hace referencia a la contaminación en nuestras vidas del mundo digital, de las nuevas tecnologías y más en concreto de las redes sociales.
El Santo Padre recoge el extenso magisterio de san Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Resultan novedosas las referencias que hace al magisterio del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, en temas como el cambio climático, la deforestación y la destrucción de los humedales.
No se trata de un texto dirigido solo a católicos, sino que el propio Papa invita a todas las personas a reflexionar en serio, pues «nunca la humanidad ha tenido tanto poder sobre sí misma, y nada garantiza que lo utilizará bien».
También hace referencia a la contaminación en nuestras vidas del mundo digital, de las nuevas tecnologías y más en concreto de las redes sociales.
El Santo Padre recoge el extenso magisterio de san Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Resultan novedosas las referencias que hace al magisterio del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, en temas como el cambio climático, la deforestación y la destrucción de los humedales.
No se trata de un texto dirigido solo a católicos, sino que el propio Papa invita a todas las personas a reflexionar en serio, pues «nunca la humanidad ha tenido tanto poder sobre sí misma, y nada garantiza que lo utilizará bien».