El coño es mi pasión. Nada en este mundo es más intrigante, más misterioso, más hermoso y más y más maravilloso que eso, lo que se encuentra en el apogeo de las piernas de una mujer—la vagina de una mujer.
Piénsalo. A través de los eones, los hombres han matado en un intento de ganar o evitar perder el suave cojín como un túnel entre las piernas de una mujer. Demonios, ¡los hombres han iniciado guerras por la tierna hendidura de una mujer! ¿Recuerdas “el rostro que lanzó mil naves al mar”? No te engañes, Helena puede que haya sido más Hermosa de lo que puedas sonar, pero fue el tibio canal de bienvenida entre sus piernas que fue la caída de Troya. Por toda la historia y toda la eternidad, ese es el poder que las mujeres tienen por encima de los hombres— ese es su gran ecualizador.
Y por eso amo comer coños. Oh seguros, amo follar, pero esa es la entrada. Simplemente estoy fascinado por el sabroso aperitivo. Es igual de bueno y es lo que te lleva a la entrada. Coloca el palpitante y brillantemente húmedo coño de una mujer frente a mi boca y soy incansable. Y si pasa que ella me come también, puedo hacerlo por horas— en serio. Como podrás haber adivinado, comer toda esa cantidad de coños me ha hecho un muy buen lame-coños.
Sé que no existe esa palabra, pero debería. Después de todo, felatrix es la palabra para chupa pollas, ¿por qué no debería haber una palabra comparable para una persona que estudia y sobresale en la ciencia de comer… co-o-oños?
Piénsalo. A través de los eones, los hombres han matado en un intento de ganar o evitar perder el suave cojín como un túnel entre las piernas de una mujer. Demonios, ¡los hombres han iniciado guerras por la tierna hendidura de una mujer! ¿Recuerdas “el rostro que lanzó mil naves al mar”? No te engañes, Helena puede que haya sido más Hermosa de lo que puedas sonar, pero fue el tibio canal de bienvenida entre sus piernas que fue la caída de Troya. Por toda la historia y toda la eternidad, ese es el poder que las mujeres tienen por encima de los hombres— ese es su gran ecualizador.
Y por eso amo comer coños. Oh seguros, amo follar, pero esa es la entrada. Simplemente estoy fascinado por el sabroso aperitivo. Es igual de bueno y es lo que te lleva a la entrada. Coloca el palpitante y brillantemente húmedo coño de una mujer frente a mi boca y soy incansable. Y si pasa que ella me come también, puedo hacerlo por horas— en serio. Como podrás haber adivinado, comer toda esa cantidad de coños me ha hecho un muy buen lame-coños.
Sé que no existe esa palabra, pero debería. Después de todo, felatrix es la palabra para chupa pollas, ¿por qué no debería haber una palabra comparable para una persona que estudia y sobresale en la ciencia de comer… co-o-oños?