¿De qué se trata lo que llamo Liberación de Espacio? ¿Cuáles son sus beneficiosos alcances? ¿Cómo se implementa? Estas son de las principales preguntas que responde este libro, cuyo objetivo es reflexionar acerca de la forma en la que vivimos o, mejor dicho, sobrevivimos.
Al preguntar a las personas ¿para qué vivimos? La mayoría responde: ¡para ser felices! Sin embargo son muchas las personas que no lo son. El foco de este libro está en nuestro entorno inmediato, principalmente en los bienes materiales que perseguimos incesantemente cual “espejitos de colores” creyendo que ese es el sentido de nuestra vida. Cuántas personas tienen pareja, hijos, casa, auto, mascotas, viajes, pero su vida transcurre con miedo, tristeza, ansiedad, culpa, etc.
¿Será acaso que buscamos la tan ansiada felicidad en donde no se encuentra?
Los lugares en los que nos desenvolvemos habitualmente, especialmente nuestros hogares, son unos excelentes campos de experimentación para conocernos a nosotros mismos y así lograr nuestra mejor versión, algo que nos llevará a una vida en paz y amor con nosotros mismos y por añadidura con nuestro entorno.
Revisemos nuestros placares, alacenas, los servicios que adquirimos y soltemos, desapeguémonos de todo lo que nos resulta innecesario. Observemos si poseemos cosas o si las cosas nos poseen a nosotros. Esto nos remitirá a recapacitar acerca de la utilización de nuestro preciado tiempo de vida, nuestra salud, nuestras relaciones y sobre todo nuestros sistemas de creencias.
Como decían los herméticos: como es adentro es afuera y como es arriba es abajo. Usemos este principio que rige al Universo para vivir en forma más sencilla, con equilibrio, fluidez, transparencia y coherencia.
Al preguntar a las personas ¿para qué vivimos? La mayoría responde: ¡para ser felices! Sin embargo son muchas las personas que no lo son. El foco de este libro está en nuestro entorno inmediato, principalmente en los bienes materiales que perseguimos incesantemente cual “espejitos de colores” creyendo que ese es el sentido de nuestra vida. Cuántas personas tienen pareja, hijos, casa, auto, mascotas, viajes, pero su vida transcurre con miedo, tristeza, ansiedad, culpa, etc.
¿Será acaso que buscamos la tan ansiada felicidad en donde no se encuentra?
Los lugares en los que nos desenvolvemos habitualmente, especialmente nuestros hogares, son unos excelentes campos de experimentación para conocernos a nosotros mismos y así lograr nuestra mejor versión, algo que nos llevará a una vida en paz y amor con nosotros mismos y por añadidura con nuestro entorno.
Revisemos nuestros placares, alacenas, los servicios que adquirimos y soltemos, desapeguémonos de todo lo que nos resulta innecesario. Observemos si poseemos cosas o si las cosas nos poseen a nosotros. Esto nos remitirá a recapacitar acerca de la utilización de nuestro preciado tiempo de vida, nuestra salud, nuestras relaciones y sobre todo nuestros sistemas de creencias.
Como decían los herméticos: como es adentro es afuera y como es arriba es abajo. Usemos este principio que rige al Universo para vivir en forma más sencilla, con equilibrio, fluidez, transparencia y coherencia.