Nunca he sido amigo de las grandes palabras, es decir, las altisonantes, las que mueven pasiones solo por ser nombradas como democracia, justicia o libertad.
Me vacuné contra ese peligro bajo el amparo de las críticas que encontré en Jean Francois Ravel, Karl Popper, Jean Paul Sartre y Virginia Woolf quienes, al mismo tiempo, también me anunciaron la maravillosa experiencia de la sencilla palabra, la escrita, en mi caso, la misma que me ha convertido en testigo de mi propio tiempo.
Entre 1995 y 2015 publiqué un cierto número de artículos en las páginas de varios medios del país y una selección de ellos se reúne en este volumen. Se trata de una recopilación de artículos escritos alrededor del entorno, haciendo énfasis en los valores que se desprenden del amor por la libertad, la única posible, la libertad individual.
Escritos desde las armas intelectuales que se desprenden de la racionalidad crítica poperiana, combinadas las más de las veces, reconozco, con algo del ácido y satírico espíritu con el que Carlos Marx acompañaba sus argumentos y que aprendí en tiempos idos, los artículos tienden a ser, reconozco también, para nuestro medio, algo confrontativos.
En toda la obra hay un hilo conductor: el único principio fundamental es la libertad individual, es decir que cada individuo debe vivir su vida conforme sus propios principios, sin hacer daño a terceros. En todos ellos se enfatiza esa orientación que funda una forma de ver y vivir el mundo, la de cada quien, es decir, la única, legítima y civilizada forma de vivir en sociedad.
Me vacuné contra ese peligro bajo el amparo de las críticas que encontré en Jean Francois Ravel, Karl Popper, Jean Paul Sartre y Virginia Woolf quienes, al mismo tiempo, también me anunciaron la maravillosa experiencia de la sencilla palabra, la escrita, en mi caso, la misma que me ha convertido en testigo de mi propio tiempo.
Entre 1995 y 2015 publiqué un cierto número de artículos en las páginas de varios medios del país y una selección de ellos se reúne en este volumen. Se trata de una recopilación de artículos escritos alrededor del entorno, haciendo énfasis en los valores que se desprenden del amor por la libertad, la única posible, la libertad individual.
Escritos desde las armas intelectuales que se desprenden de la racionalidad crítica poperiana, combinadas las más de las veces, reconozco, con algo del ácido y satírico espíritu con el que Carlos Marx acompañaba sus argumentos y que aprendí en tiempos idos, los artículos tienden a ser, reconozco también, para nuestro medio, algo confrontativos.
En toda la obra hay un hilo conductor: el único principio fundamental es la libertad individual, es decir que cada individuo debe vivir su vida conforme sus propios principios, sin hacer daño a terceros. En todos ellos se enfatiza esa orientación que funda una forma de ver y vivir el mundo, la de cada quien, es decir, la única, legítima y civilizada forma de vivir en sociedad.