Judy es una defensora pública con un deseo inusual por los chicos malos – a los cuales se ha resistido hasta ahora para evitar conflictos de intereses en el curso de su trabajo. Pero cuando le asignan el caso de un pandillero llamado Carlos Sancho, quien es acusado de extorsión, no puede contenerse. ¡Ella termina liberándolo en más de una forma!
Ésta es una historia erotica explícita corta de apróximadamente 5.500 palabras. Contiene lenguaje grñafico y temas sexuales. Está dirigida a adultos interesados en este tipo de material para su consumo en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
El hombre dijo, “Puedo ser malo. Puedo asustarte de verdad. Y tú no quieres eso.” Sus cejas bajaron; y contra la luz de la TV, unas extrañas sombras oscurecieron sus ojos. Ya siendo un pie más alto que ella, parecía que Carlos aumentaba aún más de tamaño.
La chica respondió, “Te lo ruego. Lo digo en serio. Mañana no nos veremos más. ¿Entiendes?”
Carlos terminó su cerveza y puso la botella en la mesa junto a las otras. Se tomó un tiempo para pensarlo. Entonces, dijo, “Si vas a rogar, deberías hacerlo de rodillas.”
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El hombre dijo, “Puedo ser malo. Puedo asustarte de verdad. Y tú no quieres eso.” Sus cejas bajaron; y contra la luz de la TV, unas extrañas sombras oscurecieron sus ojos. Ya siendo un pie más alto que ella, parecía que Carlos aumentaba aún más de tamaño.
La chica respondió, “Te lo ruego. Lo digo en serio. Mañana no nos veremos más. ¿Entiendes?”
Carlos terminó su cerveza y puso la botella en la mesa junto a las otras. Se tomó un tiempo para pensarlo. Entonces, dijo, “Si vas a rogar, deberías hacerlo de rodillas.”
