Este libro cuenta algunos oficios del hombre convencido que su trabajo bien hecho es una solución para los problemas de nuestra sociedad humana. La maestra Nobel Gabriela Mistral llega a decir que el oficio es la única forma útil que tiene el hombre de relacionarse con Dios y servir a sus semejantes. Y es en ese espíritu que he tocado cada uno de los oficios que aquí retrato fugazmente: los narradores de cuentos, un relojero; el cocinero; el trazador de calles; un policía; el carcelero; un explorador; el sacerdote, y el oficio de las letras. (Fragmento del Prólogo)
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