En las artes escénicas -como en la vida misma-, los hechos, trascendentes o banales, pasan: apenas se producen son historia.
A diferencia de otras artes, en las que los objetos permanecen prácticamente idénticos a sí mismos y perduran a pesar del paso del t iempo y del deterioro de su materialidad, las artes escénicas son incapturables.
Este libro largamente esperado corre el telón y sube al escenario a todos y cada uno de los aspectos del hecho teatral: de las artes intervinientes (arquitectura, artes visuales, artes sonoras, literatura) al lugar del director, pasando por los interrogantes de una puesta y las tensiones entre arte y entretenimiento.
Rubén Szuchmacher, uno de los directores argentinos más reconocidos en su país y en el mundo, pone en escena una obra única e indispensable: comprender e interpretar críticamente lo que se juega en una producción escénica.
Tan sólido y reflexivo como provocador y polémico, invita a pensar las artes performáticas sin complacencia y, una vez más, como a lo largo de su carrera, despierta un prolongado aplauso.
A diferencia de otras artes, en las que los objetos permanecen prácticamente idénticos a sí mismos y perduran a pesar del paso del t iempo y del deterioro de su materialidad, las artes escénicas son incapturables.
Este libro largamente esperado corre el telón y sube al escenario a todos y cada uno de los aspectos del hecho teatral: de las artes intervinientes (arquitectura, artes visuales, artes sonoras, literatura) al lugar del director, pasando por los interrogantes de una puesta y las tensiones entre arte y entretenimiento.
Rubén Szuchmacher, uno de los directores argentinos más reconocidos en su país y en el mundo, pone en escena una obra única e indispensable: comprender e interpretar críticamente lo que se juega en una producción escénica.
Tan sólido y reflexivo como provocador y polémico, invita a pensar las artes performáticas sin complacencia y, una vez más, como a lo largo de su carrera, despierta un prolongado aplauso.