En estos momentos, la profesión de abogado, se encuentra ante el dilema de procurar ser al mismo tiempo un jurista estricto o intentar de alguna manera ser una mezcla de economista y empresario.
Los despachos que suelen intentar una especialización concreta en la asesoría jurídica de empresas, tienen a su vez una doble vertiente a tener en cuenta. Por una parte se encuentran con la empresa saneada económicamente y con una actividad industrial y comercial que, al año, produce beneficios. En este caso el abogado tiene que limitar su actividad a lo estrictamente jurídico.
Otro tipo lo constituye aquel grupo de empresas con dificultades de toda índole, sobre todo empresarial, financiera y comercial. Como un añadido, el abogado o bufete que se dedica a este tipo de empresas, tiene que contemplar el aspecto eminentemente jurídico, societario, laboral y contractual, propio de todas las empresas en dificultades.
En este pequeño libro que ha escrito Javier Fortuño Gil se mezclan ambos consejos dedicados a toda clase de empresas. Este es un ejemplo escrito de diez mandamientos de la viabilidad empresarial que Javier conoce a la perfección pero que se sale del campo eminentemente jurídico y entra dentro del terreno financiero, industrial, comercial y laboral.
En este libro vemos reflejados los mandamientos que todo empresario tiene que tener siempre presentes y, para cuya redacción, Javier Fortuño ha aplicado su ciencia jurídico-empresarial que resume todas las explicaciones que él tiene por costumbre dar a sus clientes empresarios. Aquí tienen, los que quieran leerlo, un compendio muy resumido pero completo de todo lo que, en opinión de Javier Fortuño, tendría que tener siempre presente todo buen empresario.
Los despachos que suelen intentar una especialización concreta en la asesoría jurídica de empresas, tienen a su vez una doble vertiente a tener en cuenta. Por una parte se encuentran con la empresa saneada económicamente y con una actividad industrial y comercial que, al año, produce beneficios. En este caso el abogado tiene que limitar su actividad a lo estrictamente jurídico.
Otro tipo lo constituye aquel grupo de empresas con dificultades de toda índole, sobre todo empresarial, financiera y comercial. Como un añadido, el abogado o bufete que se dedica a este tipo de empresas, tiene que contemplar el aspecto eminentemente jurídico, societario, laboral y contractual, propio de todas las empresas en dificultades.
En este pequeño libro que ha escrito Javier Fortuño Gil se mezclan ambos consejos dedicados a toda clase de empresas. Este es un ejemplo escrito de diez mandamientos de la viabilidad empresarial que Javier conoce a la perfección pero que se sale del campo eminentemente jurídico y entra dentro del terreno financiero, industrial, comercial y laboral.
En este libro vemos reflejados los mandamientos que todo empresario tiene que tener siempre presentes y, para cuya redacción, Javier Fortuño ha aplicado su ciencia jurídico-empresarial que resume todas las explicaciones que él tiene por costumbre dar a sus clientes empresarios. Aquí tienen, los que quieran leerlo, un compendio muy resumido pero completo de todo lo que, en opinión de Javier Fortuño, tendría que tener siempre presente todo buen empresario.