Los demonios o espíritus inmundos no nacieron como demonios, ellos se convirtieron en esa clase de seres. Surgen ante esto muchas preguntas como: ¿Cuándo fue su origen? ¿Cómo eran al principio? ¿Cuáles eran sus actividades? ¿Por qué se convirtieron en demonios? ¿Cómo y por qué dañan a las personas? ¿Cómo defenderse de éstos? ¿Qué enseña la Biblia al respecto?
Es vital crecer en el conocimiento del reino espiritual y sus principios. Uno de los profetas por el Espíritu nos enseña una verdad esencial: “el pueblo es llevado cautivo por falta de conocimiento”. Conocer la verdad genera libertad. Los espíritus del mal afligen a multitud de personas, de muchas maneras y se ignora en gran medida ésta verdad. Éste estudio tiene como objetivo presentar el origen, naturaleza, personalidad, razones, estrategias y destino final de éstos seres del mal.
Es muy interesante el término que usa la Escritura para referirse a la condición de aquellos atormentados o afligidos por los espíritus del mal o demonios. El término “atormentados” es traducido desde el término griego “ocleo” que significa además: perturbar, angustiar, acosar. Entonces la acción demoníaca daña y deteriora la vida espiritual, física y emocional de la persona. Es muy interesante considerar la intensa lucha que Jesús tuvo en su ministerio terrenal contra los espíritus inmundos, y veremos desde ésta perspectiva la poderosa y magnífica obra redentora del Señor...
Te invitamos a leer éste interesante libro.
Es vital crecer en el conocimiento del reino espiritual y sus principios. Uno de los profetas por el Espíritu nos enseña una verdad esencial: “el pueblo es llevado cautivo por falta de conocimiento”. Conocer la verdad genera libertad. Los espíritus del mal afligen a multitud de personas, de muchas maneras y se ignora en gran medida ésta verdad. Éste estudio tiene como objetivo presentar el origen, naturaleza, personalidad, razones, estrategias y destino final de éstos seres del mal.
Es muy interesante el término que usa la Escritura para referirse a la condición de aquellos atormentados o afligidos por los espíritus del mal o demonios. El término “atormentados” es traducido desde el término griego “ocleo” que significa además: perturbar, angustiar, acosar. Entonces la acción demoníaca daña y deteriora la vida espiritual, física y emocional de la persona. Es muy interesante considerar la intensa lucha que Jesús tuvo en su ministerio terrenal contra los espíritus inmundos, y veremos desde ésta perspectiva la poderosa y magnífica obra redentora del Señor...
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