Los Años de la Guerra a Muerte, que concluye la trilogía de La Patria Boba, es quizás el primer intento de congregar en una sola narración las figuras de Simón Bolívar, José Tomás Boves, El Diablo Briceño y José Félix Ribas, protagonistas de la más formidable y letal guerra civil que afectó a América Latina durante la cruzada por la emancipación.
Usando las técnicas de la narración en paralelo, Szichman nos adentra en la historia venezolana, con cada vez más incrédula fascinación, confluyendo finalmente en 1814, el año más trágico de la independencia venezolana, cuando parece quedar definitivamente aplastado todo intento de insurrección.
La profesora Carmen Virginia Carrillo ha dicho de Los Años de la Guerra a Muerte: “Las figuras que marcaron el rumbo de nuestra patria son representadas en sus momentos menos gloriosos, tras sus derrotas, en medio de sus desaciertos. Al proponer otras de las posibles razones que pudieron haber movido los hilos de los acontecimientos, y la impotencia de los protagonistas frente a las circunstancias hostiles, el autor logra desacralizar la imagen sublimada de los héroes elaborada por la historiografía oficial.
La elección de los eventos a ficcionalizar, el rastreo de los pequeños gestos, de las pasiones ocultas de los personajes y los posibles desenlaces, convierten al autor en un adivino del pasado, en el aedo que sigue fielmente los designios de Mnemosine, quien le apremia a que inmortalice a los héroes y sus grandes gestas.
Sin embargo, Szichman va más allá de la exaltación que, a lo largo de los tiempos, se ha hecho de los próceres. Con plena conciencia del poder de la escritura, el autor asume el reto de representar a los grandes protagonistas de la historia desde la complejidad de su condición humana, y con ello enriquece el conocimiento que el lector tiene del pasado documentado en forma de conocimiento histórico"
Usando las técnicas de la narración en paralelo, Szichman nos adentra en la historia venezolana, con cada vez más incrédula fascinación, confluyendo finalmente en 1814, el año más trágico de la independencia venezolana, cuando parece quedar definitivamente aplastado todo intento de insurrección.
La profesora Carmen Virginia Carrillo ha dicho de Los Años de la Guerra a Muerte: “Las figuras que marcaron el rumbo de nuestra patria son representadas en sus momentos menos gloriosos, tras sus derrotas, en medio de sus desaciertos. Al proponer otras de las posibles razones que pudieron haber movido los hilos de los acontecimientos, y la impotencia de los protagonistas frente a las circunstancias hostiles, el autor logra desacralizar la imagen sublimada de los héroes elaborada por la historiografía oficial.
La elección de los eventos a ficcionalizar, el rastreo de los pequeños gestos, de las pasiones ocultas de los personajes y los posibles desenlaces, convierten al autor en un adivino del pasado, en el aedo que sigue fielmente los designios de Mnemosine, quien le apremia a que inmortalice a los héroes y sus grandes gestas.
Sin embargo, Szichman va más allá de la exaltación que, a lo largo de los tiempos, se ha hecho de los próceres. Con plena conciencia del poder de la escritura, el autor asume el reto de representar a los grandes protagonistas de la historia desde la complejidad de su condición humana, y con ello enriquece el conocimiento que el lector tiene del pasado documentado en forma de conocimiento histórico"