La guerra armada en las nacientes repúblicas hispanoamericanas tuvo su paralelo en el mundo de las ideas. Ésta es su historia.
Este libro aborda las disputas intelectuales que acompañaron a las guerras civiles entre liberales y conservadores en Hispanoamérica, a mediados del siglo XIX. Entre 1830 y 1870, las repúblicas que nacieron tras la caída del imperio español en América, se vieron divididas por visiones opuestas de la sociedad y el Estado, que representaban intereses e ideales de diversos sectores de aquellas naciones en formación.
Mientras los liberales aspiraban a una sociedad compuesta por ciudadanos propietarios, que eliminara los últimos privilegios heredados del antiguo régimen, los conservadores intentaban preservar el poder de la Iglesia y el orden jerárquico heredado de los virreinatos. La división de aquellas sociedades las condujo a la guerra militar y una lucha ideológica no menos feroz. Los ejércitos se enfrentaban en el campo de batalla y los intelectuales de cada bando, en la literatura y el periodismo.
El eje de la discordia era la doctrina de los derechos naturales del hombre. Distintas versiones en torno a esta idea se enfrentaron a dilemas prácticos de la vida pública como la propiedad de la Iglesia, su papel en la educación, la libertad de expresión, la esclavitud, el sufragio, la división de poderes, los códigos civiles y el derecho canónico. Este libro ofrece un panorama de aquellos debates, que fundaron las tradiciones ideológicas fundamentales del siglo XIX hispanoamericano.