(Salamanca, 1693 - id., 1770) Escritor y poeta español cuya obra desarrolló el género autobiográfico como forma novelística. Hijo de un librero, estudió gramática latina con el humanista don Juan González de Dios. Hacia los quince años obtuvo en un concurso público una beca para el Colegio Trilingüe, donde permaneció de 1709 a 1713, con muy poco provecho intelectual, y entregado más bien a la satisfacción de sus instintos anárquicos. Abandonados los estudios, que hubieran resultado fundamentales para su formación humanística, se dedicó a lecturas de todo género, sin plan determinado alguno; mientras tanto, continuaba su vida de ocio y desorden.
Deseoso de libertad, huyó en 1713 a Portugal, y después de haberse hecho pasar por médico en Coimbra, actuó, sucesivamente, como bailarín, guitarrista, titiritero y militar. Desertor, ingresó en una cuadrilla de toreros, y volvió con ellos a la patria. De nuevo en el seno de la familia, se dedicó al estudio de las matemáticas y la física, siquiera todavía sin un método ordenado, y compuso pronósticos o almanaques, publicados anualmente bajo el seudónimo de "El Gran Piscator Salmantino".
La moderna revalorización de la obra de Torres Villarroel dio lugar a un análisis más atento de su producción poética, en la que, como en la casi desconocida Conquista de Nápoles, asumió con naturalidad las influencias conceptistas y las culteranas para definir su personal estilo. Entre las numerosas obras restantes que escribió en los intervalos de sus aventuras cabe mencionar Sacudimiento de mentecatos habidos y por haber (1726), Los desahuciados del mundo y de la gloria (1736-1737), Juguetes de Talía (1738), Anatomía de lo visible y de lo invisible en ambas esferas (1738), Vida natural y católica (1743), El ermitaño y Torres (1752), Recetas de Torres, añadidas a los remedios de cualquier fortuna, El gallo español, Vida de la venerable madre Gregoria de Santa Teresa y numerosos tomos de Pronósticos, en los cuales predijo la muerte de Luis I, el motín madrileño contra Esquilache o la Revolución francesa.
Deseoso de libertad, huyó en 1713 a Portugal, y después de haberse hecho pasar por médico en Coimbra, actuó, sucesivamente, como bailarín, guitarrista, titiritero y militar. Desertor, ingresó en una cuadrilla de toreros, y volvió con ellos a la patria. De nuevo en el seno de la familia, se dedicó al estudio de las matemáticas y la física, siquiera todavía sin un método ordenado, y compuso pronósticos o almanaques, publicados anualmente bajo el seudónimo de "El Gran Piscator Salmantino".
La moderna revalorización de la obra de Torres Villarroel dio lugar a un análisis más atento de su producción poética, en la que, como en la casi desconocida Conquista de Nápoles, asumió con naturalidad las influencias conceptistas y las culteranas para definir su personal estilo. Entre las numerosas obras restantes que escribió en los intervalos de sus aventuras cabe mencionar Sacudimiento de mentecatos habidos y por haber (1726), Los desahuciados del mundo y de la gloria (1736-1737), Juguetes de Talía (1738), Anatomía de lo visible y de lo invisible en ambas esferas (1738), Vida natural y católica (1743), El ermitaño y Torres (1752), Recetas de Torres, añadidas a los remedios de cualquier fortuna, El gallo español, Vida de la venerable madre Gregoria de Santa Teresa y numerosos tomos de Pronósticos, en los cuales predijo la muerte de Luis I, el motín madrileño contra Esquilache o la Revolución francesa.