El pensamiento de Thomas Carlyle, historiador y ensayista británico, es contrario al materialismo y al racionalismo, pero también al capitalismo. En esta obra expone su ideología: el discurrir de la historia obedece a la fuerza creativa de individualidades excepcionales, es decir, los héroes, hombres "iluminados" convertidos en caudillos que con sus acciones y su valor fundan una nueva época. La naturaleza del hombre, entonces, está más en la voluntad que en la razón. "La democracia es la desesperación de no encontrar héroes que nos dirijan". Su radical filosofía, aun para nuestro tiempo, fue de gran influencia en el desarrollo del socialismo, fue adoptada, asimismo, en conjunto con la de otros pensadores, para dar sustento al fascismo, en especial a regímenes totalitaristas del siguiente siglo, como el nazismo.
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