Este libro, que cierra la trilogía de Primo Levi sobre los campos de exterminio, es una prueba viva de que sólo con la palabra, sólo si el horror se vertebra, se está en condiciones de crear y fortalecer la conciencia crítica que exigen los tiempos. Los hundidos y los salvados supone la última reflexión del autor sobre su experiencia, una summa moral en la que indaga en las cuestiones más esenciales: la libertad, la vergüenza, la responsabilidad, la complicidad, el compromiso, el olvido... Y también un alegato a favor de la piedad como categoría básica de la ética humana.
Hay libros que, como éste, se escriben para poder seguir viviendo. Primo Levi, que procuró en sus textos analizar la experiencia del horror como un momento ejemplar que permita la comprensión del hombre y sus límites, no lo consiguió, y se suicidó en 1987, poco después de acabarlo.