¿Cuál fue el origen del placer? ¿Dónde están depositados en el cerebro los mecanismos que ponen en marcha conductas tan placenteras como comer, beber, la actividad sexual, dormir o jugar? ¿Existe el placer puro, inútil, sin un fin mas que en si mismo? ¿Por qué se emborrachan los elefantes en la selva? ¿Por qué existe la drogadicción? ¿Activan el café, tabaco y alcohol las mismas vías cerebrales del placer y la recompensa? ¿Qué permitió al cerebro encontrar la belleza? ¿Por qué son placenteras la música, la pintura, la escultura o la arquitectura? ¿Se alcanza la felicidad a través del placer? ¿Es el placer la moneda con la que el cerebro valora y toma sus decisiones para actuar en el mundo? Sobre estas y otras muchas cuestiones se reflexiona y especula en las páginas de este libro. En el se ofrece una perspectiva que va desde las primeras trazas de la recompensa en los seres unicelulares hasta el placer sublime de las ideas en el hombre.
El placer, la recompensa, y la evitación del daño y el dolor son el centro del mundo biológico. Es una idea central esculpida a fuego en lo más profundo del cerebro de todos los seres vivos que pueblan la tierra y puesta en marcha ya desde el origen mismo de la vida.
El placer, la recompensa, y la evitación del daño y el dolor son el centro del mundo biológico. Es una idea central esculpida a fuego en lo más profundo del cerebro de todos los seres vivos que pueblan la tierra y puesta en marcha ya desde el origen mismo de la vida.