En este libro figuran cómicos tan dispares entre sí que cualquier comparación entre ellos es odiosa e ineficaz, pues aunque cada uno ha aportado a la historia del cine algunos de los momentos más hilarantes que se pueden recordar, lo han hecho de modo diferente. Con un estilo tan personal que resulta casi imposible de reproducir, su facilidad para hacernos reír no se limitó a la gran pantalla, pues sus entrevistas, documentales, actuaciones en público y shows de televisión, son ya una preciada joya para los buenos aficionados.
No hay manera de elegir a uno de ellos, del mismo modo que resultaría imposible seleccionar el monumento histórico más importante de la Humanidad. Son ya una leyenda y si tenemos que definir el estilo de cada uno de ellos nos resultaría igualmente difícil, aunque podemos intentarlo: Los Hermanos Marx fueron los más desquiciados, veloces en sus chistes, sarcásticos hasta el delirio y anárquicos como nadie. El tiempo les ha proporcionado incluso más categoría de la que tuvieron en vida y tanto sus libros, como sus películas, son objeto de revisión por aficionados y críticos.
No hay manera de elegir a uno de ellos, del mismo modo que resultaría imposible seleccionar el monumento histórico más importante de la Humanidad. Son ya una leyenda y si tenemos que definir el estilo de cada uno de ellos nos resultaría igualmente difícil, aunque podemos intentarlo: Los Hermanos Marx fueron los más desquiciados, veloces en sus chistes, sarcásticos hasta el delirio y anárquicos como nadie. El tiempo les ha proporcionado incluso más categoría de la que tuvieron en vida y tanto sus libros, como sus películas, son objeto de revisión por aficionados y críticos.