SEGUNDA PARTE DE LA SAGA.
La vida de las hermanas Prado Orellanos y sus familias, cuya historia se inició en la novela La Esmeralda, continúa su andadura en el nuevo mundo, con una serie de sucesos marcados por la historia de la época, que trastocan la vida de ellas y sus hijos y los lleva a vivir más de una aventura.
La acción transcurre entre los años 1823 y 1831 y tiene por escenarios la isla de La Española, Puerto Rico, Estados Unidos, Francia y España. Una saga familiar de mujeres valientes y hombres comprometidos con sus ideas y sus familias. La novela nos relata también la influencia de las generaciones anteriores sobre los destinos juveniles.
Los Mundos Invisibles son aquellos no perceptibles a simple vista, los originados por la imaginación y la fantasía, pero también aquellos que se ocultan detrás de lo manifiesto. Es el mundo inexplorado de la ciencia, tanto en el espacio infinito, como el que se expresa en los genes. A ese mundo pertenece también el íntimo de los sentimientos y en el ámbito social las conspiraciones y sociedades secretas, tan propias del siglo XIX.
La vida de las hermanas Prado Orellanos y sus familias, cuya historia se inició en la novela La Esmeralda, continúa su andadura en el nuevo mundo, con una serie de sucesos marcados por la historia de la época, que trastocan la vida de ellas y sus hijos y los lleva a vivir más de una aventura.
La acción transcurre entre los años 1823 y 1831 y tiene por escenarios la isla de La Española, Puerto Rico, Estados Unidos, Francia y España. Una saga familiar de mujeres valientes y hombres comprometidos con sus ideas y sus familias. La novela nos relata también la influencia de las generaciones anteriores sobre los destinos juveniles.
Los Mundos Invisibles son aquellos no perceptibles a simple vista, los originados por la imaginación y la fantasía, pero también aquellos que se ocultan detrás de lo manifiesto. Es el mundo inexplorado de la ciencia, tanto en el espacio infinito, como el que se expresa en los genes. A ese mundo pertenece también el íntimo de los sentimientos y en el ámbito social las conspiraciones y sociedades secretas, tan propias del siglo XIX.