Después de analizar en la monografía 1 el contenido, pasamos a estudiar el contenedor desde un punto de vista perceptivo, aprovechando los conocimientos adquiridos sobre la “exposición”, pero aplicados a la arquitectura, que por cierto es objeto, soporte y contenedor a la vez. En un proceso de aproximación iremos desde el punto de vista lejano, a uno próximo, para acabar metiéndonos dentro y estudiar el interior.
LOS PROBLEMAS ACTUALES DE LA ARQUITECTURA DE MUSEOS
Existen, una serie de retos actuales, tanto a nivel formal como funcional, que han ido gestándose a lo largo del siglo pasado y que conviene recapitular y ordenar para poder actualizarlos y comprender en qué momento y situación exacta nos encontramos. Hay tres áreas fundamentales centradas en la comunicación, la técnica y el entorno. El uso integral del espacio expositivo. El camino se emprendió hace ahora cine años a comienzo del siglo XX y todavía estamos dándole vueltas: las posibilidades de utilización del área destinada a mostrar las obras son mucho mayores de las que empleamos en la actualidad. Las razones son múltiples, fundamentalmente históricas, pero también basadas en los prejuicios. El área técnica. Formada por el triángulo de las tres actividades del museo: enseñar, conservar y guardar, o lo que es lo mismo la exposición, los almacenes y los talleres. Dos presiones acosan a este conjunto, por un lado, proveniente de la calle que quiere conocer todos los entresijos que rodean a la obra, no simplemente verla; por otro lado, la propia organización interna de la institución, que está buscando soluciones que la hagan viable en el futuro. ¿Hasta dónde llega el museo? La discusión sobre la difusión tanto informativa como física del patrimonio, es un debate que ocupa los últimos treinta años. Siempre las colecciones salieron a la calle, pero ahora hay algo más, se trata de ocuparla. Es importante conocer las propuestas que se están manejando para poder enfrentarnos a los próximos años
LOS PROBLEMAS ACTUALES DE LA ARQUITECTURA DE MUSEOS
Existen, una serie de retos actuales, tanto a nivel formal como funcional, que han ido gestándose a lo largo del siglo pasado y que conviene recapitular y ordenar para poder actualizarlos y comprender en qué momento y situación exacta nos encontramos. Hay tres áreas fundamentales centradas en la comunicación, la técnica y el entorno. El uso integral del espacio expositivo. El camino se emprendió hace ahora cine años a comienzo del siglo XX y todavía estamos dándole vueltas: las posibilidades de utilización del área destinada a mostrar las obras son mucho mayores de las que empleamos en la actualidad. Las razones son múltiples, fundamentalmente históricas, pero también basadas en los prejuicios. El área técnica. Formada por el triángulo de las tres actividades del museo: enseñar, conservar y guardar, o lo que es lo mismo la exposición, los almacenes y los talleres. Dos presiones acosan a este conjunto, por un lado, proveniente de la calle que quiere conocer todos los entresijos que rodean a la obra, no simplemente verla; por otro lado, la propia organización interna de la institución, que está buscando soluciones que la hagan viable en el futuro. ¿Hasta dónde llega el museo? La discusión sobre la difusión tanto informativa como física del patrimonio, es un debate que ocupa los últimos treinta años. Siempre las colecciones salieron a la calle, pero ahora hay algo más, se trata de ocuparla. Es importante conocer las propuestas que se están manejando para poder enfrentarnos a los próximos años