En el año 4321 DC, 10 días antes del primer encuentro diplomático oficial del hombre con culturas extraterrestres, el famoso escritor Jonathan Sabras, su bella esposa Diandra, y Craig, su agente, descubren que el futuro es un gran engaño.
El planeta ha cambiado, es una alfombra de edificios gigantescos y la humanidad vive arriba del piso 40 pues se ha logrado dirigir la radiación hacia el suelo. Existe un solo presidente para trillones de personas en la Tierra y Marte. La Bioenergía transforma energía en materia… en fin, el hombre ha creado la sociedad perfecta, erradicando pobreza, crímenes y guerras, todo gracias al Bíochip, un diminuto chip insertado en los recién nacidos, otorgándoles la misma cantidad de conocimientos, su mayor logro es el haber igualado las oportunidades de todos los seres humanos… o, al menos, eso es lo que se cree.
Jonathan descubre que la sociedad perfecta es un blef cuando un personaje de nombre Rudnick se transforma en polvo ante sus ojos, él y el resto del mundo olvidan todo lo referente a aquel hombre, pero una profunda depresión ocasionada por aquella desaparición (de la que le quedan confusos recuerdos) obliga al escritor a indagar, descubriendo que el Bíochip puede desaparecer a las personas y su memoria entre sus semejantes, como si nunca hubiesen existido.
Y ese es sólo el comienzo, mientras más va averiguando, menos alternativas le quedan, y si quiere salvar su vida, la de Diandra y la de Craig, debe llegar hasta el Presidente del Mundo en una odisea que lleva hasta el suelo radiactivo, es perseguido por los Cybercops (policías mitad humanos y mitad robots) y cucarachas gigantes, conoce a los horribles Cerebroides (telépatas dementes de cabezas gigantescas que viven en el suelo y leen la mente y las emociones de quienes tienen Bíochip) y se alía con los subhumanos (grupos de gente deformada por la radiación que también viven en el suelo, cazados por los Cybercops).
Jonathan descubrirá que llegar hasta el Presidente del Mundo no es el final de su recorrido, pues deberá elegir entre su conciencia, cambiar un mundo perfecto perjudicando a la humanidad en su totalidad o algo peor que la muerte… la no existencia.
El planeta ha cambiado, es una alfombra de edificios gigantescos y la humanidad vive arriba del piso 40 pues se ha logrado dirigir la radiación hacia el suelo. Existe un solo presidente para trillones de personas en la Tierra y Marte. La Bioenergía transforma energía en materia… en fin, el hombre ha creado la sociedad perfecta, erradicando pobreza, crímenes y guerras, todo gracias al Bíochip, un diminuto chip insertado en los recién nacidos, otorgándoles la misma cantidad de conocimientos, su mayor logro es el haber igualado las oportunidades de todos los seres humanos… o, al menos, eso es lo que se cree.
Jonathan descubre que la sociedad perfecta es un blef cuando un personaje de nombre Rudnick se transforma en polvo ante sus ojos, él y el resto del mundo olvidan todo lo referente a aquel hombre, pero una profunda depresión ocasionada por aquella desaparición (de la que le quedan confusos recuerdos) obliga al escritor a indagar, descubriendo que el Bíochip puede desaparecer a las personas y su memoria entre sus semejantes, como si nunca hubiesen existido.
Y ese es sólo el comienzo, mientras más va averiguando, menos alternativas le quedan, y si quiere salvar su vida, la de Diandra y la de Craig, debe llegar hasta el Presidente del Mundo en una odisea que lleva hasta el suelo radiactivo, es perseguido por los Cybercops (policías mitad humanos y mitad robots) y cucarachas gigantes, conoce a los horribles Cerebroides (telépatas dementes de cabezas gigantescas que viven en el suelo y leen la mente y las emociones de quienes tienen Bíochip) y se alía con los subhumanos (grupos de gente deformada por la radiación que también viven en el suelo, cazados por los Cybercops).
Jonathan descubrirá que llegar hasta el Presidente del Mundo no es el final de su recorrido, pues deberá elegir entre su conciencia, cambiar un mundo perfecto perjudicando a la humanidad en su totalidad o algo peor que la muerte… la no existencia.