Un rey, al ver cómo sus hijos desperdiciaban el dinero y no valoraban lo que tenían, decide enviarlos a recorrer el mundo durante un año para que aprendan el valor de las cosas. Antes de partir, le dio a cada uno un caballo y cinco mil monedas de oro. Durante el viaje, Arturo, el mayor, compró todo lo que encontraba en su camino y gastó gran parte de su dinero antes de tiempo. Juan, que calculaba el dinero justo para cada día, nunca consideró que podría haber imprevistos. Luisa, la menor, ahorró cuanto pudo y también invirtió, haciendo crecer su dinero. El rey sabía lo que ellos estaban haciendo, entonces escribe una carta para cada uno.
Este cuento pertenece a la colección “Aprendiendo a ahorrar”, que es un proyecto organizado y financiado por AIOS (Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones) en el que se escogieron 8 cuentos de distintos países latinoamericanos escritos por niños para niños, con la finalidad de incentivar el ahorro. Los textos ayudan a los pequeños a tener conciencia del futuro y de la importancia del ahorro, a saber disfrutar de lo que se tiene pero también a cuidarlo, para no quedarse sin nada para cuando se pueda necesitar.
Este cuento pertenece a la colección “Aprendiendo a ahorrar”, que es un proyecto organizado y financiado por AIOS (Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones) en el que se escogieron 8 cuentos de distintos países latinoamericanos escritos por niños para niños, con la finalidad de incentivar el ahorro. Los textos ayudan a los pequeños a tener conciencia del futuro y de la importancia del ahorro, a saber disfrutar de lo que se tiene pero también a cuidarlo, para no quedarse sin nada para cuando se pueda necesitar.