Michel Foucault es quizás el filósofo más citado en la Argentina y en el mundo; en sus obras hay palabras clave que atraviesan el discurso académico así como el periodístico y el político. Sin embargo, hasta ahora no se han contado las peripecias de sus usos en el país: quiénes lo leyeron, cuándo y cómo se apropiaron de sus conceptos. Este libro relata ese recorrido, desde los tempranos años cincuenta hasta el presente, atendiendo al modo en que Foucault circuló por diversas disciplinas, en ámbitos institucionales y en espacios de reunión clandestinos, en dictadura y en democracia, entre grupos de izquierda y de derecha.
A partir de un formidable trabajo de archivo y riquísimas entrevistas, Mariana Canavese reconstruye las primeras lecturas, cuando Foucault no era todavía Foucault y su primer libro, Enfermedad mental y personalidad, encontró un lugar en la confluencia de psicoanálisis y marxismo. También muestra cómo, en el clima de radicalización política de los años sesenta, Las palabras y las cosas generó reservas por su impronta estructuralista pero se volvió referencia obligada para quienes buscaban la modernización de las ciencias sociales. Poco después, el contexto de lectura de Vigilar y castigar estaría marcado por el terrorismo de Estado y los dispositivos de represión y control social: Foucault se convirtió entonces en el historiador del castigo y el encierro, de la subjetividad y el poder. En los primeros años ochenta, ya como intelectual consagrado y ampliamente difundido, permitió pensar la crisis de la izquierda argentina y la transición a la democracia.
Pero aún hay otro Foucault: uno del destape –a veces libertario, otras posmoderno– a partir de la primavera democrática, cuando el eje se desplazó hacia la ética, los movimientos sociales y el pluralismo.