Lukas es un perro que perdió una de sus patas traseras al ser atropellado, con el sufrimiento logra recordar de dónde viene, por qué decidió venir a la tierra y cuál es su propósito en la vida.
A través de este libro el lector caminará junto a "Lukas" a través de eventos cotidianos y no tanto, pero pero de profundas, amenas y sorprendentes reflexiones. Un libro maravilloso y entretenido, único en su género.
“La casa en que vivíamos estaba llena de espacios gigantes, troncos afirmando el cielo, figuras hermosas retorciéndose en las cerámicas, ladrillos cansados, y muchos muebles de una madera que evocaba un México antaño. Es como si hubiera sido construida en alguna esquina lejana de este mundo sólo para nosotros. Cuando estabas en ella te invitaba a ser más, más de lo que sea que fueras. Simplemente más”
“Siento la mirada de mi mamá sobre mi cabeza. Sé que sufre por mi “invalidez”, se pregunta si las madres de tantos niños verán lo que ella ve en mí. Si se darán cuenta del vasto universo que poseemos, aun cuando nuestros cuerpos estén parcialmente imposibilitados o incluso nuestra capacidad de expresarnos esté bloqueada. Me doy media vuelta y la miro, se ve tan serena y mi corazón se llena de amor…
- Sí mamá, si pueden.
- ¿Qué cosa Lukas?
- Lo que estás pensando. Si pueden ver el universo que hay dentro de nosotros, ¿y sabes por qué? ..."
"Luego de la conversación quedé pensando, ¿y si las palabras son una expresión del pensamiento, no es malo? Como si ahora mi mamá fuera la que leyera mi mente, dejó la tierra quieta y se dio vueltas para mirarme mientras yo buscaba un lugar donde echarme para que el sol envolviera mi pequeño cuerpo y con unos ojos encendidos de amor me dijo;
– Lukitas, el pensamiento es otro sentido, igual que la vista, el olfato, el tacto y el gusto, ¿para qué crees que sirve eso?
– Mmm… para degustar las cosas, para sentirlas y vivirlas.
– Exactamente, el pensamiento es sólo eso, mediante él tocamos el mundo y las cosas, con él podemos crear emociones, y para ello necesitamos palabras, ellas acompañan a la imagen".
A través de este libro el lector caminará junto a "Lukas" a través de eventos cotidianos y no tanto, pero pero de profundas, amenas y sorprendentes reflexiones. Un libro maravilloso y entretenido, único en su género.
“La casa en que vivíamos estaba llena de espacios gigantes, troncos afirmando el cielo, figuras hermosas retorciéndose en las cerámicas, ladrillos cansados, y muchos muebles de una madera que evocaba un México antaño. Es como si hubiera sido construida en alguna esquina lejana de este mundo sólo para nosotros. Cuando estabas en ella te invitaba a ser más, más de lo que sea que fueras. Simplemente más”
“Siento la mirada de mi mamá sobre mi cabeza. Sé que sufre por mi “invalidez”, se pregunta si las madres de tantos niños verán lo que ella ve en mí. Si se darán cuenta del vasto universo que poseemos, aun cuando nuestros cuerpos estén parcialmente imposibilitados o incluso nuestra capacidad de expresarnos esté bloqueada. Me doy media vuelta y la miro, se ve tan serena y mi corazón se llena de amor…
- Sí mamá, si pueden.
- ¿Qué cosa Lukas?
- Lo que estás pensando. Si pueden ver el universo que hay dentro de nosotros, ¿y sabes por qué? ..."
"Luego de la conversación quedé pensando, ¿y si las palabras son una expresión del pensamiento, no es malo? Como si ahora mi mamá fuera la que leyera mi mente, dejó la tierra quieta y se dio vueltas para mirarme mientras yo buscaba un lugar donde echarme para que el sol envolviera mi pequeño cuerpo y con unos ojos encendidos de amor me dijo;
– Lukitas, el pensamiento es otro sentido, igual que la vista, el olfato, el tacto y el gusto, ¿para qué crees que sirve eso?
– Mmm… para degustar las cosas, para sentirlas y vivirlas.
– Exactamente, el pensamiento es sólo eso, mediante él tocamos el mundo y las cosas, con él podemos crear emociones, y para ello necesitamos palabras, ellas acompañan a la imagen".