Cuando, en 1770, la archiduquesa María Antonieta de Habsburgo-Lorena, hija de la emperatriz María Teresa de Austria, deja Viena para unirse al futuro Luis XVI, es una de las princesas más afortunadas de Europa. Pero su innata gentileza se revela un arma de doble filo en la moralmente relajada corte que la recibe: la astucia de algunos nobles en Versalles nada tiene que envidiar a la de las cortesanas que van minando los cimientos de la centenaria monarquía francesa.
A la falta de consumación de su matrimonio con Luis Augusto de Borbón, un adolescente bueno y acomplejado, la alegre Delfina responderá con un torbellino de fiestas y gastos en suntuosas toilettes. Asegurada la sucesión con el nacimiento de un heredero, la ya reina María Antonieta intentará guiarse por el sentido de responsabilidad de su madre y de sus antepasadas, las Austrias. Pero su reputación quedará manchada por infames calumnias.
La Revolución Francesa de 1789 acabará por superar a la ahora sagaz Reina, que poco podrá hacer para contrarrestar el indeciso carácter de su marido. Tras la decapitación del Rey, a María Antonieta sólo le quedará luchar con valentía para salvar la vida de su hijo. ¿Es tal cual la verdad histórica o se trata de una versión alimentada por la historiografía romántica?
Catalina de Habsburgo-Lorena, archiduquesa de Austria, presenta los hechos que marcaron la vida de su antepasada con un ágil ritmo narrativo. A la pregunta de hasta qué punto fue María Antonieta responsable de los acontecimientos que determinaron el destino de toda Europa, la autora responde con sutileza para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones.
Como ya hiciera en su anterior obra, Las Austrias, ofrece su relevante punto de vista y aporta al debate histórico la voz de una nueva generación de personas pertenecientes a la realeza europea. El resultado es una atractiva biografía sobre la única Reina de Francia que sigue despertando el interés de millones de personas.