Este libro pone de relieve la amistad hasta ahora poco conocida, de dos mujeres esenciales para la cultura argentina: Victoria Ocampo y María Elena Walsh.
Entre los documentos que constituyen el corazón de la obra se destaca un epistolario inédito, compuesto por cartas, dedicatorias e invitaciones que revelan, a lo largo de dos décadas (1960-1980), un vínculo cálido y lleno de complicidad, pero también de respeto y admiración mutuos entre estas dos creadoras.
Este recorrido tiene otro hito fundamental en las colaboraciones de María Elena Walsh en la mítica revista Sur. Recién salida de la adolescencia, escribe allí sobre la condición femenina, traza un emocionado retrato de Juan Ramón Jiménez o defiende, sin concesiones populistas, el folklore como creación colectiva, casi anónima. A estos artículos se suman los poemas y las reseñas que nos descubren la pluma de una poeta exquisita y de una intelectual comprometida con la literatura y con su tiempo.
Con prólogo de Leopoldo Brizuela, admirador de ambas mujeres, y una galería de fotografías bajo la supervisión de Sara Facio, que ofrece desde objetos personales hasta retratos
Entre los documentos que constituyen el corazón de la obra se destaca un epistolario inédito, compuesto por cartas, dedicatorias e invitaciones que revelan, a lo largo de dos décadas (1960-1980), un vínculo cálido y lleno de complicidad, pero también de respeto y admiración mutuos entre estas dos creadoras.
Este recorrido tiene otro hito fundamental en las colaboraciones de María Elena Walsh en la mítica revista Sur. Recién salida de la adolescencia, escribe allí sobre la condición femenina, traza un emocionado retrato de Juan Ramón Jiménez o defiende, sin concesiones populistas, el folklore como creación colectiva, casi anónima. A estos artículos se suman los poemas y las reseñas que nos descubren la pluma de una poeta exquisita y de una intelectual comprometida con la literatura y con su tiempo.
Con prólogo de Leopoldo Brizuela, admirador de ambas mujeres, y una galería de fotografías bajo la supervisión de Sara Facio, que ofrece desde objetos personales hasta retratos