Actores así solamente aparecen cada diez años; son como cometas de la imaginación que llegan repentinamente a las pantallas y embriagan a los espectadores desde el primer momento. Nadie sabe el secreto para este magnetismo y ni siquiera sabemos cómo mantenerlo.
Cuando conquistan bruscamente el interés del público los demás actores se ponen enfrente, con ánimo desafiante, al mismo tiempo que una legión de críticos empieza descaradamente una machacona labor de destrozarlos; es como si les molestara que el público escogiera a los actores preferidos sin tener en cuenta sus consejos y opiniones.
El mundo del cine, por su capacidad para hacernos soñar, es el más apto para la creación de estos mitos, pero no es algo que se pueda generar en un despacho de marketing. Todas las previsiones y los planes fallan cuando se trata de dirigir al espectador hacia una persona concreta, quien haciendo uso de su derecho a entusiasmarse con la persona más insólita, es capaz de adorar al más feo, al más desagradable o al más pésimo de los actores o actrices. Detrás de él, en una oposición que se nos antoja elitista, están los críticos, quienes son capaces de hablar bien de una película que apenas han visto cien espectadores en todo el mundo.
Cuando conquistan bruscamente el interés del público los demás actores se ponen enfrente, con ánimo desafiante, al mismo tiempo que una legión de críticos empieza descaradamente una machacona labor de destrozarlos; es como si les molestara que el público escogiera a los actores preferidos sin tener en cuenta sus consejos y opiniones.
El mundo del cine, por su capacidad para hacernos soñar, es el más apto para la creación de estos mitos, pero no es algo que se pueda generar en un despacho de marketing. Todas las previsiones y los planes fallan cuando se trata de dirigir al espectador hacia una persona concreta, quien haciendo uso de su derecho a entusiasmarse con la persona más insólita, es capaz de adorar al más feo, al más desagradable o al más pésimo de los actores o actrices. Detrás de él, en una oposición que se nos antoja elitista, están los críticos, quienes son capaces de hablar bien de una película que apenas han visto cien espectadores en todo el mundo.