Durante más de 30 años, Jameson ha sido uno de los teóricos de la literatura más productivos en el mundo anglosajón. En el momento de su publicación, este libro fue un estudio pionero de la obra de los grandes teóricos marxistas europeos (Adorno, Benjamin, Marcuse, Bloch, Lukács, Sartre), desatendidos durante muchos tiempo (desatención que, en más de un caso, sigue vigente) por el mundo académico. Mediante penetrantes lecturas de cada uno de ellos, Jameson desarrolla un método crítico que ha tenido una gran influencia, al proporcionar un marco para analizar las conexiones entre el arte y las circunstancias históricas de su realización, en particular el modo en que los artefactos culturales deforman, reprimen o transforman sus circunstancias mediante las abstracciones de la forma estética.
La presentación del pensamiento crítico de este marxismo hegeliano ha constituido una fuerte y convincente alternativa tanto a las corrientes empiristas y humanistas, en un primer momento, como posteriormente al postestructuralismo y la deconstrucción cuando estas tendencias metodológicas se convirtieron en metodologías dominantes de la crítica estética.
La presentación del pensamiento crítico de este marxismo hegeliano ha constituido una fuerte y convincente alternativa tanto a las corrientes empiristas y humanistas, en un primer momento, como posteriormente al postestructuralismo y la deconstrucción cuando estas tendencias metodológicas se convirtieron en metodologías dominantes de la crítica estética.