Más allá del Arco Iris.
"La segunda Tierra."
Dr. José Ignacio Velasco Montes
El humano, en su vanidad, siempre se ha creído que era el único en el Universo. En realidad, conforme pasa el tiempo, nuevos datos sobre Galaxias y planetas lejanos, nos hace pensar en posibles planetas como el nuestro.
Hace unos escasos días, la Nasa ha comprobado la existencia en Marte, nuestro planeta vecino, de agua, incluso que parece ser que está en estado líquido, lo que nos deja abierta una puerta para pensar en la posibilidad de vida, de tipo infusorios o similares, como empezó nuestra vida en la tierra.
Como autor y estudioso del tema, siempre he pensado en la posibilidad, que acepto a priori y sin dudas, de planetas con vida e inteligencia más o menos similares a la nuestra. No serán sus cuerpos como los nuestros; tampoco sobre la Tierra todos los vivos somos iguales, sino que presentamos morfologías diferentes, pero podemos convivir y entendernos según la voluntad que pongamos. Así, podemos comprender a nuestro perro y él a nosotros, o a nuestro caballo, gatos, loros, pajaritos y múltiples seres vivos más, como la reciente incorporación del cerdo como mascota. En realidad, y es mi experiencia, todos los animales son domésticos, sólo es necesario tratarlos con cariño y ellos nos aceptan y pueden convivir.
Existe, y disiento con claridad, por programación de masas con la radio, el cine e incluso cierta literatura, el reflejo condicionado de temor a los extraterrestres, a los que siempre se les presenta como agresores que vienen a destruirnos y quedarse con nuestro planeta. En realidad este concepto es sólo explicable por cuanto el humano es feroz y agresivo, siempre dispuesto a coger más y más en su inacabable ambición y consideramos a los demás como iguales, por lo que siempre estamos a la defensiva.
Como estudioso del tema, medico y teniendo el hobby de la psicología, no estoy muy de acuerdo con ese aspecto, y es por esa diferencia de criterio que esta novela muestra el contacto de los humanos con otros seres en otro planeta, y en este de dos especies diferentes que conviven a los que se incorporan los humanos estableciéndose un claro y útil equilibrio entre tres razas totalmente diferente: Bellvoles, (como grandes mariposas) Aerbios (una mezcla de abejas y avispas) y los humanos (los bípedos que somos y conocemos) todos inteligentes.
Con el contacto, con la voluntad de entenderse, lo acaban consiguiendo y conviven en un lejano planeta a los que los humanos llaman: "La segunda Tierra
"La segunda Tierra."
Dr. José Ignacio Velasco Montes
El humano, en su vanidad, siempre se ha creído que era el único en el Universo. En realidad, conforme pasa el tiempo, nuevos datos sobre Galaxias y planetas lejanos, nos hace pensar en posibles planetas como el nuestro.
Hace unos escasos días, la Nasa ha comprobado la existencia en Marte, nuestro planeta vecino, de agua, incluso que parece ser que está en estado líquido, lo que nos deja abierta una puerta para pensar en la posibilidad de vida, de tipo infusorios o similares, como empezó nuestra vida en la tierra.
Como autor y estudioso del tema, siempre he pensado en la posibilidad, que acepto a priori y sin dudas, de planetas con vida e inteligencia más o menos similares a la nuestra. No serán sus cuerpos como los nuestros; tampoco sobre la Tierra todos los vivos somos iguales, sino que presentamos morfologías diferentes, pero podemos convivir y entendernos según la voluntad que pongamos. Así, podemos comprender a nuestro perro y él a nosotros, o a nuestro caballo, gatos, loros, pajaritos y múltiples seres vivos más, como la reciente incorporación del cerdo como mascota. En realidad, y es mi experiencia, todos los animales son domésticos, sólo es necesario tratarlos con cariño y ellos nos aceptan y pueden convivir.
Existe, y disiento con claridad, por programación de masas con la radio, el cine e incluso cierta literatura, el reflejo condicionado de temor a los extraterrestres, a los que siempre se les presenta como agresores que vienen a destruirnos y quedarse con nuestro planeta. En realidad este concepto es sólo explicable por cuanto el humano es feroz y agresivo, siempre dispuesto a coger más y más en su inacabable ambición y consideramos a los demás como iguales, por lo que siempre estamos a la defensiva.
Como estudioso del tema, medico y teniendo el hobby de la psicología, no estoy muy de acuerdo con ese aspecto, y es por esa diferencia de criterio que esta novela muestra el contacto de los humanos con otros seres en otro planeta, y en este de dos especies diferentes que conviven a los que se incorporan los humanos estableciéndose un claro y útil equilibrio entre tres razas totalmente diferente: Bellvoles, (como grandes mariposas) Aerbios (una mezcla de abejas y avispas) y los humanos (los bípedos que somos y conocemos) todos inteligentes.
Con el contacto, con la voluntad de entenderse, lo acaban consiguiendo y conviven en un lejano planeta a los que los humanos llaman: "La segunda Tierra