MC MORPHINE es un texto de Gabriel Peveroni, en la frontera del teatro y una poética urbana que dialoga con la poesía del 900 montevideano y el contemporáneo hiphop. Fue llevado a escena en el año 2011 con actuación de Martín Castro, música en vivo de dj Leonidas (Latejapride) y dirección escénica de Gustavo Bianchi.
"Este poemario de versos libres y caóticos juega con varios tópicos, viaja al pasado y vuelve rabioso al presente, en la piel de su protagonista, dragqueen, rappero, dandy y drogueta. Peveroni manipula el lenguaje, y así homenajea en spanglish a Roberto de las Carreras, Delmira Agustini y Juana de Ibarburou, confiesa su amor por la morfina (“es la dicha artificial/ que es la dicha verdadera"), y deambula indistintamente (nunca indiferente) de la Torre de los Panoramas a la miseria de los hospitales, canta a las armas y los tacones, la sangre y la purpurina. MC Morphine es el grito poético de un actor decadente y desesperado en un mundo vertiginoso y desordenado".
(Leonardo Flammia, de Guía del Ocio)
"El tipo está sentado en un viejo sillón. No es hombre ni mujer. No es rapero ni poeta. Está casi loco. Imaginé a MC MORPHINE en ese exacto punto de desequilibrio que Martín intuyó desde la primera vez que escupió el texto todo-de-corrido. Si en las obras "Groenlandia" y "Berlín" está en juego un evidente estado poético en el desasosiego de los personajes, MC MORPHINE permite ver en acción los blancos y negros de los versos que vengo escribiendo desde mi primer libro, "Princesa deseada" (1991). Hace tiempo que dejé de leer en público, porque creo que el espacio performático es para los actores y directores. El trabajo que hacen Martín desde MC MORPHINE, Gustavo desde la dirección y Leo desde los ruidos y scratches se parece demasiado al MC MORPHINE que imaginé cuando salieron los primeros versos de ese personaje maldito que homenajea a Roberto, Delmira, Juana y algunos más".
"Este poemario de versos libres y caóticos juega con varios tópicos, viaja al pasado y vuelve rabioso al presente, en la piel de su protagonista, dragqueen, rappero, dandy y drogueta. Peveroni manipula el lenguaje, y así homenajea en spanglish a Roberto de las Carreras, Delmira Agustini y Juana de Ibarburou, confiesa su amor por la morfina (“es la dicha artificial/ que es la dicha verdadera"), y deambula indistintamente (nunca indiferente) de la Torre de los Panoramas a la miseria de los hospitales, canta a las armas y los tacones, la sangre y la purpurina. MC Morphine es el grito poético de un actor decadente y desesperado en un mundo vertiginoso y desordenado".
(Leonardo Flammia, de Guía del Ocio)
"El tipo está sentado en un viejo sillón. No es hombre ni mujer. No es rapero ni poeta. Está casi loco. Imaginé a MC MORPHINE en ese exacto punto de desequilibrio que Martín intuyó desde la primera vez que escupió el texto todo-de-corrido. Si en las obras "Groenlandia" y "Berlín" está en juego un evidente estado poético en el desasosiego de los personajes, MC MORPHINE permite ver en acción los blancos y negros de los versos que vengo escribiendo desde mi primer libro, "Princesa deseada" (1991). Hace tiempo que dejé de leer en público, porque creo que el espacio performático es para los actores y directores. El trabajo que hacen Martín desde MC MORPHINE, Gustavo desde la dirección y Leo desde los ruidos y scratches se parece demasiado al MC MORPHINE que imaginé cuando salieron los primeros versos de ese personaje maldito que homenajea a Roberto, Delmira, Juana y algunos más".