Susana cree estar muy enamorada de David, pero lo cierto es que la suya es una compleja relación de codependencia. Él es mentiroso e inmaduro. Ella altamente responsable y sensata, aunque también insegura, soñadora y con tendencia a adornar en su mente la realidad. Susana guía, protege, defiende, justifica. David… simplemente se deja llevar. El empeño de la chica logra crear la ilusión externa de que su matrimonio funciona, hasta que él cae en las redes de una adicción y ella se topa con el dilema de luchar a diario en una batalla que no es la suya, condenada al fracaso sin remedio. La llegada de un hijo complica las cosas aún más y van cayendo en picado a una especie de pozo sin fondo del que resultará casi imposible salir sin ayuda. Cuanto más adicto al juego se vuelve él, más enganchada a David se siente Susana.
La narración, escrita en primera persona, se va intercalando con artículos que abordan temas como el síndrome de Peter Pan, la autoestima, el autoengaño, el amor adictivo o la ludopatía. Un testimonio real acerca de lo complicada que es la convivencia con un adicto; de lo difícil que puede resultar romper una relación malsana; y del reto que supone superar la ruptura… y seguir adelante.
La narración, escrita en primera persona, se va intercalando con artículos que abordan temas como el síndrome de Peter Pan, la autoestima, el autoengaño, el amor adictivo o la ludopatía. Un testimonio real acerca de lo complicada que es la convivencia con un adicto; de lo difícil que puede resultar romper una relación malsana; y del reto que supone superar la ruptura… y seguir adelante.