Con esta historia de Hugo Álvarez contamos que el cine de su tiempo fue una tropilla de forajidos valientes patriotas.
Hugo Álvarez es el actor más emblemático del cine revolucionario de América Latina. Con su actuación, estuvo en todas las películas que significaron el cine de la poética de la subversión.
Actor de todos los directores que se ligaron a las más formidables embestidas anti imperialistas que se dieron en la historia
Actor sin otro interés que estar con su oficio y su potente rostro, vinculado incondicionalmente a los que fueron artífices de una ofensiva estética sin comparación con ningún otro proceso de liberación.
Además todo este fenómeno único por su cantidad y cualidad singular se llevó a cabo en el mismo social histórico que se manifestaron con la característica de un cine clandestino. No fue un cine revisionista. Fueron los acontecimientos que nuestra juventud jugó con entusiasmo -la posibilidad de pensar una sociedad distinta anticapitalista y donde la clase obrera organizada pudiese construir una alternativa de poder, la lucha por un socialismo nacional y popular.
Hugo estuvo en todas. Parecía que era el actor de todos los atrevimientos de lo que significó el despojo industrial en lo que a la producción se refiere y produjo la historia más gloriosa de la genealogía del cine. El amor incondicional al cine. Verdadera pasión de su militancia, lo convierten en el testigo que mas vivió todo ese periodo, que todavía no se valoriza, porque este es el cine lleno de desaparecidos, de compañeros abnegados por la aventura de desafiar las estéticas del consumo y del “entretenimiento”.
Sin duda su presencia, su voz y otros atributos de actor moderno, se relaciona con lo fisonómico del “Che”, con la inspiración de quienes en esa causa le daba sentido al cine como arma de guerrilla.
Hugo Álvarez es el actor más emblemático del cine revolucionario de América Latina. Con su actuación, estuvo en todas las películas que significaron el cine de la poética de la subversión.
Actor de todos los directores que se ligaron a las más formidables embestidas anti imperialistas que se dieron en la historia
Actor sin otro interés que estar con su oficio y su potente rostro, vinculado incondicionalmente a los que fueron artífices de una ofensiva estética sin comparación con ningún otro proceso de liberación.
Además todo este fenómeno único por su cantidad y cualidad singular se llevó a cabo en el mismo social histórico que se manifestaron con la característica de un cine clandestino. No fue un cine revisionista. Fueron los acontecimientos que nuestra juventud jugó con entusiasmo -la posibilidad de pensar una sociedad distinta anticapitalista y donde la clase obrera organizada pudiese construir una alternativa de poder, la lucha por un socialismo nacional y popular.
Hugo estuvo en todas. Parecía que era el actor de todos los atrevimientos de lo que significó el despojo industrial en lo que a la producción se refiere y produjo la historia más gloriosa de la genealogía del cine. El amor incondicional al cine. Verdadera pasión de su militancia, lo convierten en el testigo que mas vivió todo ese periodo, que todavía no se valoriza, porque este es el cine lleno de desaparecidos, de compañeros abnegados por la aventura de desafiar las estéticas del consumo y del “entretenimiento”.
Sin duda su presencia, su voz y otros atributos de actor moderno, se relaciona con lo fisonómico del “Che”, con la inspiración de quienes en esa causa le daba sentido al cine como arma de guerrilla.