El doctor Ordoñez estaba seguro que había encontrado lo que tanto había buscado en ese vibrante e interesante hombre.
Parecía ser lo que siempre había añorado, era todo y más de lo que había soñado.
Pero Ángel no pensaba lo mismo y lo abandonó.
El destino trazó sus caminos de las formas más extrañas y sin siquiera darse cuenta
la vida le devolvió a su amor en bandeja de plata, dos veces.
El desafío estaba propuesto, la pulseada los mantenía frente a frente
sin que ninguno de los dos quisiera dar su brazo a torcer.
No sabían qué les esperaba al final del camino. Uno quería descubrirlo, arriesgarse, el otro no.
La distancia parecía ser su única respuesta. Pero ambos compartían una única certeza: pasara lo que pasara,
siempre se cuidarían uno al otro aunque no pudiesen compartir sus vidas…
Parecía ser lo que siempre había añorado, era todo y más de lo que había soñado.
Pero Ángel no pensaba lo mismo y lo abandonó.
El destino trazó sus caminos de las formas más extrañas y sin siquiera darse cuenta
la vida le devolvió a su amor en bandeja de plata, dos veces.
El desafío estaba propuesto, la pulseada los mantenía frente a frente
sin que ninguno de los dos quisiera dar su brazo a torcer.
No sabían qué les esperaba al final del camino. Uno quería descubrirlo, arriesgarse, el otro no.
La distancia parecía ser su única respuesta. Pero ambos compartían una única certeza: pasara lo que pasara,
siempre se cuidarían uno al otro aunque no pudiesen compartir sus vidas…