Para todo hay una primera vez, y Santiago Roncagliolo comparte con nosotros su primera borrachera, su primera novia, su primera clase de conducir y su primer hijo.
«Las cuatro historias de Mi primera vez fueron publicadas por separado y con intenciones diversas a lo largo de quince años. Pero todas tienen en común que se nutren de mis "desvirgamientos" personales en temas de bebida, amor, paternidad y conducción segura. En todos esos ámbitos, te cuentan las reglas millones de veces, pero, llegado el momento, se te olvidan.
» Tras la publicación de esas historias, muchos lectores me han dicho que encuentran en ellas sus propias primeras veces, sus nervios, sus errores, sus catástrofes. Sin duda, no somos originales ni para equivocarnos. Ahora, los lectores también me han dicho que han reído -o alguna vez llorado- con ellas. Y eso ha amortizado un poco mis propios nervios, errores y catástrofes.
» Al fin y al cabo, lo único bueno de las primeras veces es poder contarlas.»
Santiago Roncagliolo