Monseñor Óscar Romero (1917-1980) es el primer obispo mártir de América. Desde 1977, en sus tres años como arzobispo de San Salvador, se ganó el sobrenombre de "la voz de los sin voz". Su defensa de los más desfavorecidos hizo que el Parlamento británico lo propusiera como candidato al Premio Nobel de la Paz en 1979. Desgraciadamente, sus continuas llamadas al diálogo, para que los ricos no se aferraran al poder, y los oprimidos no optaran por las armas, no surtieron efecto, a pesar de la popularidad que alcanzaron sus homilías dominicales. Obstinados en reprimir toda oposición, agentes del Estado terminaron por asesinar a monseñor Romero, el 24 de marzo de 1980, y continuaron violando los derechos humanos, provocando una guerra civil que duraría once años y causaría 70.000 muertos.
En esta biografía, Santiago Mata muestra que monseñor Romero no solamente no era el comunista y subversivo que creyeron ver en él los bandos que terminarían por enfrentarse en la guerra civil, sino que predicó siempre con insistencia la caridad cristiana, la conversión y el perdón como auténtica revolución y liberación del pecado y de las injusticias sociales. Siempre fiel a la doctrina de los Papas y del Vaticano II, supo dar un testimonio heroico de fortaleza -que no esperaban quienes conocían su carácter afectuoso y hasta tímido-, aun sabiendo que podría pagar con su propia sangre esa valentía. Al final fue mártir de la civilización del amor frente a las injustas desigualdades, la represión mezquina y la venganza. Por eso, el lema elegido para su beatificación fue "Romero mártir por amor".
Santiago Mata, vallisoletano de 1965, es licenciado en periodismo y doctor en historia. Está casado y tiene tres hijos. Dio sus primeros pasos en el periodismo como redactor de Mundo Cristiano. Con un artículo en La Gaceta de los Negocios dio la alerta sobre el robo de patrimonio histórico subacuático español por la compañía Odyssey. Como historiador, ha publicado una trilogía sobre la historia reciente de España (El Tren de la Muerte en 2011, Holocausto católico, los mártires de la guerra civil en 2013 y El sueño de la Transición en 2014) y otras obras como Ramon Llull, el hombre que demostró el cristianismo (2006).
www.centroeu.com
El arzobispo salvadoreño Óscar Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, fue declarado mártir el 3 de febrero de 2015 por el Papa Francisco, que estableció su beatificación para el 23 de mayo siguiente. Es el primer obispo mártir de América.
En esta biografía, Santiago Mata muestra que monseñor Romero no solamente no era el comunista y subversivo que creyeron ver en él los bandos que terminarían por enfrentarse en la guerra civil, sino que predicó siempre con insistencia la caridad cristiana, la conversión y el perdón como auténtica revolución y liberación del pecado y de las injusticias sociales. Siempre fiel a la doctrina de los Papas y del Vaticano II, supo dar un testimonio heroico de fortaleza -que no esperaban quienes conocían su carácter afectuoso y hasta tímido-, aun sabiendo que podría pagar con su propia sangre esa valentía. Al final fue mártir de la civilización del amor frente a las injustas desigualdades, la represión mezquina y la venganza. Por eso, el lema elegido para su beatificación fue "Romero mártir por amor".
Santiago Mata, vallisoletano de 1965, es licenciado en periodismo y doctor en historia. Está casado y tiene tres hijos. Dio sus primeros pasos en el periodismo como redactor de Mundo Cristiano. Con un artículo en La Gaceta de los Negocios dio la alerta sobre el robo de patrimonio histórico subacuático español por la compañía Odyssey. Como historiador, ha publicado una trilogía sobre la historia reciente de España (El Tren de la Muerte en 2011, Holocausto católico, los mártires de la guerra civil en 2013 y El sueño de la Transición en 2014) y otras obras como Ramon Llull, el hombre que demostró el cristianismo (2006).
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El arzobispo salvadoreño Óscar Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, fue declarado mártir el 3 de febrero de 2015 por el Papa Francisco, que estableció su beatificación para el 23 de mayo siguiente. Es el primer obispo mártir de América.