Chuck Palahniuk transmitió, en su propia obra, con impactante crudeza y claridad el contexto psicológico en el que fue escrito este libro: Conseguimos un trabajo que odiamos para comprar cosas que no necesitamos con dinero que no tenemos para impresionar a personas que no nos agradan. A diferencia de otras generaciones, no tenemos un propósito solemne. Nuestra Gran Guerra es espiritual. Nuestra Gran Depresión es nuestra vida. La estocada final a cualquier vida interior que pudimos haber tenido nos la dio la televisión, que nos crió para aceptar esto bajo la esperanza de que todo el sufrimiento desaparecerá el día en que seamos millonarios o una mujer bella y emocionalmente perfecta se enamore inexplicablemente de nosotros al darse cuenta de lo diferentes y especiales que, supuestamente, solo nosotros somos.
Cada uno de estos relatos es testimonio escrito de una mente que lucha contra el absurdo del espectáculo humano, encontrando un refugio en la filosofía existencialista. El desarrollo personal, la autenticidad, la búsqueda de sentido y la aceptación de lo inalterable son algunos de los temas que el lector encontrará entre sus páginas.
Cada uno de estos relatos es testimonio escrito de una mente que lucha contra el absurdo del espectáculo humano, encontrando un refugio en la filosofía existencialista. El desarrollo personal, la autenticidad, la búsqueda de sentido y la aceptación de lo inalterable son algunos de los temas que el lector encontrará entre sus páginas.