PREMIO DE AUTORES INÉDITOS MONTE ÁVILA EDITORES LATINOAMERICANA 2010
En Mujer de tiza se abre un mundo de reflexiones propuestas a partir de situaciones que nos sirven de espejo: mediante profesores, alumnos y aulas de clase, se indaga no sólo el papel social que estos representan, también nos introduce en la condición humana del docente que, expuesta en su desnudez, nos muestra sus virtudes, sus defectos, sus límites. Leemos de un mismo mundo, a los personajes que se interrogan y sentencian su propio cuerpo, tiempo y espacio:«El ombligo es la peor argucia del cuerpo para recordarnos de dónde venimos. Acecha tal marca. Ése agujero de carne nos dice que alguna vez estuvimos unidos, verdaderamente, al cuerpo de otra cosa que no es uno. Otra cosa separada para siempre de uno. El sello de nuestra maldita soledad.»
En Mujer de tiza se abre un mundo de reflexiones propuestas a partir de situaciones que nos sirven de espejo: mediante profesores, alumnos y aulas de clase, se indaga no sólo el papel social que estos representan, también nos introduce en la condición humana del docente que, expuesta en su desnudez, nos muestra sus virtudes, sus defectos, sus límites. Leemos de un mismo mundo, a los personajes que se interrogan y sentencian su propio cuerpo, tiempo y espacio:«El ombligo es la peor argucia del cuerpo para recordarnos de dónde venimos. Acecha tal marca. Ése agujero de carne nos dice que alguna vez estuvimos unidos, verdaderamente, al cuerpo de otra cosa que no es uno. Otra cosa separada para siempre de uno. El sello de nuestra maldita soledad.»