MUSEOS Y UTOPÍA: DE LA EVASIÓN A LA HERRAMIENTA DE TRABAJO
Históricamente dentro del ámbito profesional de los museos, los proyectos utópicos, son rechazadas indirectamente como una salida tangencial del autor que no se enfrenta al problema directamente. Sin embargo, a lo largo de la historia muchas de estas propuestas han servido para orientar e incluso solucionar determinados problemas que sin esa actitud investigadora y experimental jamás se habrían resuelto; por tanto, es necesario replantearse la utopía bajo otros puntos de vista: 1. La utopía tiene inmensos matices que van desde nuevos puntos de vista de análisis de la situación real a soluciones parciales, no hay por qué caer en el maximalismo de la utopía como absoluto. 2. Como herramienta de trabajo precisamente en una época como la actual en que estamos parados ante cambios radicales que no acabamos de entender bien y por supuesto solucionar. Sabemos lo que no queremos, pero somos incapaces de vislumbrar su sustitución y en las nuevas tipologías de museos no hacemos más que repetir los mismos modelos por mucho que les cambiemos el nombre. ¿Por qué no incorporar la utopía como una herramienta más, para tantear el panorama oscuro que tenemos enfrente? No solo es una vía más, creo que puede ser una de las mejores. La intención es pues, estudiar e investigar la capacidad que la utopía y el proceso utópico puede potenciar en el futuro de los museos a través del análisis de los proyectos del taller Experimental de Montaje de Exposiciones.
Históricamente dentro del ámbito profesional de los museos, los proyectos utópicos, son rechazadas indirectamente como una salida tangencial del autor que no se enfrenta al problema directamente. Sin embargo, a lo largo de la historia muchas de estas propuestas han servido para orientar e incluso solucionar determinados problemas que sin esa actitud investigadora y experimental jamás se habrían resuelto; por tanto, es necesario replantearse la utopía bajo otros puntos de vista: 1. La utopía tiene inmensos matices que van desde nuevos puntos de vista de análisis de la situación real a soluciones parciales, no hay por qué caer en el maximalismo de la utopía como absoluto. 2. Como herramienta de trabajo precisamente en una época como la actual en que estamos parados ante cambios radicales que no acabamos de entender bien y por supuesto solucionar. Sabemos lo que no queremos, pero somos incapaces de vislumbrar su sustitución y en las nuevas tipologías de museos no hacemos más que repetir los mismos modelos por mucho que les cambiemos el nombre. ¿Por qué no incorporar la utopía como una herramienta más, para tantear el panorama oscuro que tenemos enfrente? No solo es una vía más, creo que puede ser una de las mejores. La intención es pues, estudiar e investigar la capacidad que la utopía y el proceso utópico puede potenciar en el futuro de los museos a través del análisis de los proyectos del taller Experimental de Montaje de Exposiciones.