Hace miles de años terribles luchas por conquistar territorios y cruentas guerras por tener el Poder con el que estrangular a los más débiles, sembraron de sangre y destrucción países enteros. Egipto no podría escapar a la ambición de sus vecinos pagando un alto precio que mermaría su malograda economía y, lo que sería peor, su coste en vidas.
La joven Faraona y Reina Nefertiti había heredado de su difunto esposo un enorme Imperio que tuvo que defender pese a su juventud con valentía, inteligencia y sabiduría, de las sucesivas y poderosas invasiones enemigas.
El motivo no fue otro que el hecho de que los avariciosos Reyes que rodeaban Egipto no dudaron a la muerte de su esposo, y a costa de cualquier precio, intentar hacerse con el Cetro Real.
Sólo que los cálculos que realizaron sus enemigos fueron erróneos al ignorar que Nefertiti además de Reina era Diosa, y, por ello mismo, según se contaba, sus poderes iban más allá de lo terrenal.
Por otro lado, rodeada en el interior de su palacio por hombres ambiciosos y traidores no cesó hasta lograr terminar con todos, buscando siempre el bien de su hambriento pueblo.
Tal vez su única debilidad, una vez descubierto el placer del sexo, sería lo que podría acabar finalmente con su vida.
La joven Faraona y Reina Nefertiti había heredado de su difunto esposo un enorme Imperio que tuvo que defender pese a su juventud con valentía, inteligencia y sabiduría, de las sucesivas y poderosas invasiones enemigas.
El motivo no fue otro que el hecho de que los avariciosos Reyes que rodeaban Egipto no dudaron a la muerte de su esposo, y a costa de cualquier precio, intentar hacerse con el Cetro Real.
Sólo que los cálculos que realizaron sus enemigos fueron erróneos al ignorar que Nefertiti además de Reina era Diosa, y, por ello mismo, según se contaba, sus poderes iban más allá de lo terrenal.
Por otro lado, rodeada en el interior de su palacio por hombres ambiciosos y traidores no cesó hasta lograr terminar con todos, buscando siempre el bien de su hambriento pueblo.
Tal vez su única debilidad, una vez descubierto el placer del sexo, sería lo que podría acabar finalmente con su vida.