El pensamiento que ha dominado unilateralmente la ciencia económica desde hace más de cinco décadas se ha constituido en el centro de un intenso debate con respecto a su validez y coherencia conceptual y empírica, que ha puesto en evidencia las limitantes del paradigma dominante para enfrentar las principales falencias de las economías de libre mercado.
Para América Latina y el Caribe estas falencias tienen, como lo planteara en su momento el estructuralismo, un carácter estructural. El neoestructuralismo ha profundizado en los temas tratados en el estructuralismo, con el fin de mejorar la inserción externa, incrementar la generación del empleo productivo, reducir la heterogeneidad estructural y mejorar la distribución del ingreso manteniendo equilibrios financieros que sustenten estos cambios en la esfera productiva con un apoyo social y estatal. Lejos de ser un sistema de pensamiento autocontenido, el neoestructuralismo es un sistema abierto que se presta a abrir espacios de diálogo con otras tradiciones de pensamiento que reconocen las limitaciones del paradigma dominante y se oponen a su monismo metodológico.
En este libro se propone una mirada renovada sobre el neoestructuralismo y las corrientes heterodoxas a inicios del siglo XXI. En un contexto marcado por los impactos de la mayor crisis económica y financiera desde la gran depresión y por los cambios paradigmáticos a nivel global, pretende abrir espacios para el debate entre corrientes de pensamiento alternativas, permitiendo sentar las bases de un desarrollo socioeconómico inclusivo y ambientalmente sostenible para la región.
Para América Latina y el Caribe estas falencias tienen, como lo planteara en su momento el estructuralismo, un carácter estructural. El neoestructuralismo ha profundizado en los temas tratados en el estructuralismo, con el fin de mejorar la inserción externa, incrementar la generación del empleo productivo, reducir la heterogeneidad estructural y mejorar la distribución del ingreso manteniendo equilibrios financieros que sustenten estos cambios en la esfera productiva con un apoyo social y estatal. Lejos de ser un sistema de pensamiento autocontenido, el neoestructuralismo es un sistema abierto que se presta a abrir espacios de diálogo con otras tradiciones de pensamiento que reconocen las limitaciones del paradigma dominante y se oponen a su monismo metodológico.
En este libro se propone una mirada renovada sobre el neoestructuralismo y las corrientes heterodoxas a inicios del siglo XXI. En un contexto marcado por los impactos de la mayor crisis económica y financiera desde la gran depresión y por los cambios paradigmáticos a nivel global, pretende abrir espacios para el debate entre corrientes de pensamiento alternativas, permitiendo sentar las bases de un desarrollo socioeconómico inclusivo y ambientalmente sostenible para la región.