María se fijó en su primo Ramón, lo único aprovechable que tenía cerca, pero enseguida comprendió que la unión de por vida con él no encajaba en sus aspiraciones de libertad.
Cuando María llegó a la capital, Cayetano "Cayo" se convirtió en conductor de su presente y de su futuro. Con él aprendió, para luego ser destruida por lo aprendido. Él falló cuando María más lo necesitaba; fue superado por los planes que hombres siniestros guardaban en sus "baúles" para ponerlos en práctica cuando alcanzaron el poder.
Una historia que va más allá del triángulo amoroso, una narración que nos recuerda a las grandes obras de la narrativa rusa, donde encontramos todos los componentes para alcanzar la emoción sin sensiblería.
Escrita en segunda persona se convierte en rara avis de la novela, al igual que "Drácula" o "Las amistades peligrosas". Provocadora incluso desde la estética. Sin embargo, una vez que nos adentramos en el libro, la segunda persona convierte al lector en protagonista; como si se transformara en el redactor de un diario con una fuerza narrativa sorprendente. Pero lo más paradógico y atractivo de la novela es esa mutación que provoca en el lector, que a nadie podrá dejar indiferente; pareciera que ya conocemos los acontecimientos antes de ser narrados.
Nieves paganas es posiblemente una de las obras escritas en castellano más importantes de los últimos veinte años. De un lenguaje elegante y descriptivo cuyos personajes, de traza soberbia, nos adentran en un ambiente oscuro y secreto, lo que está detrás de la cara más amable del oficio más antiguo del mundo.
Ha dicho de "Nieves Paganas" el comentarista literario Eladio Martín (Élmar) en "Crítica de Libros": "...una obra maestra, hacía algunos años que no leía una novela tan buena, agradezco que haya sido un escritor español".
Cuando María llegó a la capital, Cayetano "Cayo" se convirtió en conductor de su presente y de su futuro. Con él aprendió, para luego ser destruida por lo aprendido. Él falló cuando María más lo necesitaba; fue superado por los planes que hombres siniestros guardaban en sus "baúles" para ponerlos en práctica cuando alcanzaron el poder.
Una historia que va más allá del triángulo amoroso, una narración que nos recuerda a las grandes obras de la narrativa rusa, donde encontramos todos los componentes para alcanzar la emoción sin sensiblería.
Escrita en segunda persona se convierte en rara avis de la novela, al igual que "Drácula" o "Las amistades peligrosas". Provocadora incluso desde la estética. Sin embargo, una vez que nos adentramos en el libro, la segunda persona convierte al lector en protagonista; como si se transformara en el redactor de un diario con una fuerza narrativa sorprendente. Pero lo más paradógico y atractivo de la novela es esa mutación que provoca en el lector, que a nadie podrá dejar indiferente; pareciera que ya conocemos los acontecimientos antes de ser narrados.
Nieves paganas es posiblemente una de las obras escritas en castellano más importantes de los últimos veinte años. De un lenguaje elegante y descriptivo cuyos personajes, de traza soberbia, nos adentran en un ambiente oscuro y secreto, lo que está detrás de la cara más amable del oficio más antiguo del mundo.
Ha dicho de "Nieves Paganas" el comentarista literario Eladio Martín (Élmar) en "Crítica de Libros": "...una obra maestra, hacía algunos años que no leía una novela tan buena, agradezco que haya sido un escritor español".