La vida nunca ha sido fácil para un inadaptado. Ni fácil ni tampoco feliz. Ya siendo un niño, Kilian sentía que era distinto a los demás. No sabía por qué, no entendía la razón de que los juegos de los otros niños no le gustasen, o que sus conversaciones no le produjesen un mínimo de interés. El amor de sus padres no conseguía llenar el vacío de su corazón así como tampoco le permitía compartir sus sentimientos de soledad y tristeza con ellos por miedo a defraudarlos.
Su vida, con aún pocos años a sus espaldas, a sus ojos parecía no tener ningún futuro guardado para él. Hasta que un día, un desconocido mercenario, enfundado en una capa, con aspecto fiero y solitario y una espada colgada a su espalda apareció por el pueblo en el que vivía, cambiándola por completo.
Sus conflictos internos y su juventud le llevaron a embarcarse en la tarea de prepararse para labrar su propio destino lejos de la vida sencilla reservada a un hijo de campesino. Pero pronto descubriría los sacrificios que ello conllevaba.
Su vida, con aún pocos años a sus espaldas, a sus ojos parecía no tener ningún futuro guardado para él. Hasta que un día, un desconocido mercenario, enfundado en una capa, con aspecto fiero y solitario y una espada colgada a su espalda apareció por el pueblo en el que vivía, cambiándola por completo.
Sus conflictos internos y su juventud le llevaron a embarcarse en la tarea de prepararse para labrar su propio destino lejos de la vida sencilla reservada a un hijo de campesino. Pero pronto descubriría los sacrificios que ello conllevaba.