La chispa de esta novela se encendió en 2005, cuando ardía el edificio Windsor en Madrid. Todos los medios acusaban a una trabajadora que había estado trabajando hasta muy tarde y se había fumado un pitillo en el despacho. Luego aparecieron imágenes grabadas con móvil de dos espectros rebuscando entre los archivos y el caso se cerró sin explicación alguna.
No hay trabajo bueno es un western urbano y está protagonizada por Nieves, esa cabeza de turco que a través de la novela encuentra la venganza en el "lejano Oeste" que es el Madrid de las oficinas desde el otro "alejado Madrid", el que se encuentra al otro lado de El Retiro.
Esta historia, cargada de erotismo, habla de Madrid y su gente desde la mirada acerada del género negro.
No hay trabajo bueno es un western urbano y está protagonizada por Nieves, esa cabeza de turco que a través de la novela encuentra la venganza en el "lejano Oeste" que es el Madrid de las oficinas desde el otro "alejado Madrid", el que se encuentra al otro lado de El Retiro.
Esta historia, cargada de erotismo, habla de Madrid y su gente desde la mirada acerada del género negro.