No se puede tener de todo en esta vida, y cuanto antes lo asumamos, mejor.
Esta filosofía es la que Wella pone en práctica día a día, centrándose en su trabajo y evitando ser arrastrada por su amiga a una vida social en la que no termina de sentirse cómoda.
Puesto que hasta la fecha no ha tenido mucha suerte que digamos con el sexo opuesto y empieza a creer que son una leyenda urbana, decide ser pragmática y olvidarse de los hombres.
Sin embargo, las cosas se complican durante su convalecencia en el hospital tras sufrir un accidente. Allí conocerá a Matt, el médico encargado de su recuperación, quien tendrá que armarse de paciencia no sólo para convencerla de que debe seguir sus consejos médicos, sino también para que deje de desconfiar, acepte la realidad y asuma, de una vez por todas, que en la vida sí se puede tener de casi todo.
Esta filosofía es la que Wella pone en práctica día a día, centrándose en su trabajo y evitando ser arrastrada por su amiga a una vida social en la que no termina de sentirse cómoda.
Puesto que hasta la fecha no ha tenido mucha suerte que digamos con el sexo opuesto y empieza a creer que son una leyenda urbana, decide ser pragmática y olvidarse de los hombres.
Sin embargo, las cosas se complican durante su convalecencia en el hospital tras sufrir un accidente. Allí conocerá a Matt, el médico encargado de su recuperación, quien tendrá que armarse de paciencia no sólo para convencerla de que debe seguir sus consejos médicos, sino también para que deje de desconfiar, acepte la realidad y asuma, de una vez por todas, que en la vida sí se puede tener de casi todo.